José María Rodríguez de la Rosa "NIÑO DE MEDINA"
FLAMENCO
José María Rodríguez de la Rosa
"NIÑO DE MEDINA"
JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DE LA ROSA, cantaor Payo, más conocido con el nombre artístico del NIÑO DE MEDINA, fue muy querido por toda la afición, era un gran maestro muy conocido y admirado por su forma de decir el cante con mucha dulzura y mucho arte, que a través de el aprendieron muy buenos maestros, nació en Arcos de la Frontera (Cádiz), el 8 de Octubre del 1.875 y murió en Sevilla en el año 1.939. El sobrenombre lo heredo de su padre MEDINA EL VIEJO gran cantaor muy conocido por su Petenera, escuela que su hijo continuo y se hizo muy famoso.
Niño de Medina,
Arcos que fue tu cuna
quiere oírte de nuevo cantar,
con esa grandeza y dulzura
que tu supiste expresar
todos los cantes,
con ese arte tan grande
con gran forma creativa,
quiero que en tu memoria
siempre se puedan recordar,
para que no se olviden
tus cantes por Peteneras,
Bulerias y Solea.
Arcos que fue tu cuna
quiere oírte de nuevo cantar,
con esa grandeza y dulzura
que tu supiste expresar
todos los cantes,
con ese arte tan grande
con gran forma creativa,
quiero que en tu memoria
siempre se puedan recordar,
para que no se olviden
tus cantes por Peteneras,
Bulerias y Solea.
D. JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DE LA ROSA (NIÑO DE MEDINA), lo conocían desde muy pequeño interpretando los estilos de su padre, mayormente la petenera como la Buleria, empezó en los cafés cantantes Sevillanos, sobretodo en uno muy famoso llamado el Novedades, donde solían actuar todos los grandes de la época, canto en los grandes escenarios y recorrió toda la geografía española.
NIÑO DE MEDINA, tuvo un gran repertorio, grabo discos muy importantes, dejo la escuela de la Petenera aprendida de su padre Medina el Viejo para que la continúen los grandes maestros del cante, domino todos los cantes aunque los entendidos sabemos que se destaco en la Petenera y su Bulerias, deja estas grabaciones para que podamos recordar su arte y poder continuar su escuela, en la época de oro del cante fueron muchísimos los éxitos y triunfos obtenidos en los grandes escenarios, era siempre acompañado de grandes maestros y guitarristas. -El arte de vivir el Flamenco-
Manolo Bohórquez
Volvemos a escribir sobre el célebre Niño Medina del que vamos a dar a conocer algunos datos nuevos, añadiendo algo a lo ya aportado por Antonio Murciano González, el gran poeta de Arcos de la Frontera, y Antonio Cristo Ruiz, al que no tengo el gusto de conocer personalmente. Niño Medina sólo hubo uno, a pesar de esas dudas que expuse alguna vez, de que pudieran haber existido dos. Para empezar, y he de reconocer que acepté como seguros los datos aportados hace muchos años por Murciano, está claro que el verdadero Niño Medina es el que nació en 1888 en Jerez de la Frontera, como demostró Antonio Cristo, aunque estuvo poco tiempo en Jerez. Éste fue el cantaor que grabó aquellos estupendos discos con Ramón Montoya en 1910, que unas veces se anunciaba como José Medina, y otras, como el Niño de Medina o José Rodríguez Niño Medina. La publicidad que aportamos del artista y la fotografía sacada de un catálogo discográfico de 1910, demuestran que era el mismo cantaor. Por otra parte, el José Medina que cantaba en los cafés de Madrid con El Canario y Juan Breva, era Medina el Viejo, al que comenzaron a llamarlo así porque le había salido un nieto cantaor que quiso llamarse Niño Medina, en honor de su abuelo. Es como el caso de Fosforito y Fosforito el Viejo, aunque éstos no se tocaban nada. Al parecer, lo de Medina era un apodo familiar, porque en los ancestros de nuestro cantaor no aparece ese apellido para nada, lo que no quiere decir que no vaya a aparecer algún día. En cuanto a una de las hermanas del Niño Medina, Casiana, en un padrón sevillano de 1911 aparece con edad de 34 años y natural de un pueblo de Cádiz, de la sierra. No era jerezana, como asegura Antonio Cristo, salvo que haya encontrado su partida de nacimiento. En otro orden de cosas, por este mismo padrón sabemos que los Medina vivieron en una céntrica calle sevillana, Marqués de Santa Ana, desde 1900 hasta 1911. Luego vivieron en la calle Gravina, cerca de la calle citada, como puede verse en la publicidad que ilustra este artículo; y a finales del XIX vivieron en la Alameda de Hércules. Curiosamente, la madre del cantaor, Manuela, el Niño Medina y sus dos hermanos que aparecen en el padrón de habitantes ya reseñado, Casiana y Antonio -el menor de los hermanos, barbero de profesión y guitarrista, de 16 años de edad y natural de Jerez-, sabían leer y escribir perfectamente, algo raro en aquellos años entre los flamencos.
Por último, es preciso decir que el Niño de Medina vivió casi siempre en Sevilla, donde es más que probable que esté enterrado, como demostraremos pronto si Dios y los toros de Machacaera no lo impiden. Bien cierto es que vivió también en Madrid, como demuestra Antonio Cristo en su magnífico reportaje en la revista Candil, en 2002. Y en otros lugares de España, como es lógico por ser artista. Pero siempre se consideró un cantaor sevillano, porque llegó a Sevilla siendo un niño y aprendió a cantar en la Alameda de Hércules escuchando a los grandes maestros que actuaban en El Novedades y El Filarmónico, cafés sevillanos de enorme prestigio.
Bueno, que estos días ando investigando su relación con Sevilla para contribuir a completar su biografía, la de un gran cantaor olvidado.
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