FLAMENCO
Santiago Sanchez Macías
"SANTIAGO DONDAY"
Santiago Sánchez Macías, conocido artísticamente como Santiago Donday, nació en Cádiz el 11 de enero de 1.932, en la Murallita de San Roque nº 6, siendo bautizado en la Catedral Vieja. Era hijo de Juan Sanchez Mondragon, apodado Seis Reales - natural de Jerez, que como buen fraguero destacaba en los géneros más duro y jondos del flamenco seguiriyas, soleares y martinetes, y de Maria Macias Moreno La Sabina.
Al igual que su hijo ninguno de los dos se dedicaron a esto profesionalmente. Cantaor gaditano con reminiscencias jerezanas, son pocos los que han tenido la suerte de verlo y disfrutarlo en directo, ya que su cante rara vez ha traspasado la frontera gaditana. Para él, trabajar en la fragua era mucho más seguro: " Tenía muchos clientes y no me falta el trabajo, echaba cinco o seis horas, venían a buscarme pa´una fiesta, me iba pa´ casa a quitarme la tizne y salía dispuesto a la juerga. Regresaba a las seis o las siete de la mañana a la fragua, que iba a hacer, voy a dejar a mi padre solo trabajando; cuando volvía a casa por la tarde caía rendío. Algunas veces cuando venía de vuelta de la fiesta me encontraba a Rosa la Papera la invitaba y no vea como cantaba esa gitana a las siete de la mañana cuando se tomaba dos copas de aguardiente. Yo no buscaba a nadie, venían a buscarme a mí, con el trabajo que tenía en la fragua y las cuatro o cinco fiestas que hacía tenía bastante pa´criar a mis doce hijos. No he querido nunca salir de artista, oferta nunca me ha faltado, hasta vino a hablar conmigo el marido de Concha Piquer para que fuera en su espectáculo y le dije que no. Antes casi todos los que vivían del cante se morían de hambre en una esquina, yo lo tenía seguro." Una vez más cuando se trata de cantaores gitanos que hacen sus propuestas desde la anarquía jonda, nos encontramos como sus máximos valedores a los escritores Fernando Quiñones y Caballero Bonald, el primero nos dice: "Es dueño de una voz bronca, quemada y notablemente hermosa para los cantes mayores; fragüero de oficio en una vieja herrería inmediata al cementerio de Cádiz, trabaja sus cantes como trabaja el hierro al rojo. Golpes candentes, relevantes "cortes" jondos, a la manera de Caracol, y gitana emotividad, son sus prendas más decollantes, y los de soleares y seguiriyas los cantes en que se halla más a gusto. Es también bonísimo buleaero." " Donday -ha escrito Caballero Bonald- no se somete a normas previas de estilos; se sitúa en ese terreno de las improvisaciones que ha podido dar, en los mejores casos, algunos ejemplos realmente válidos." Puro cante gitano engendrado al margen de los circuitos profesionales y comerciales del flamenco con esa voz afillá y ese eco ancestral que te abrasa los sentíos. Cantes aprendido en las fiestas que formaba su padre y su tío en la fragua. "Con 15 años me iba al barrio del Mentidero a cantar y allí escuchaba a Rosa la Papera, había uno que se llamaba Antonio Guerrero, cantaba por seguiriyas pa´rabiar y el mismo se acompañaba a la guitarra. El cante bueno había que escuchárselo a esa gente que ya están bajo tierra. Había muchos cantaores con pedigrí que no eran artistas, ahora hay muchos artista que no tienen pedigrí.". Se va construyendo el culto hacia su persona, teniendo mucho que ver el critico gaditano Paco del Río, al cual se iban sumando muchos aficionados tras escuchar esas soleares cruzadas de Alcalá y Jerez impregnadas de soníos negros que deja impresa en las grabaciones de campo para el Archivo de Vergara. En los primeros setenta participa en uno de los programas del añorado "Ritos y geografía del cante". Comienza el envío de cintas con grabaciones privadas de fiestas y recitales que los hermanos flamencos gaditanos mandan a los amigos aficionados de otras provincias. Una vez más esa minoría dentro de la minoría mayoritaria que conforma la afición al flamenco, eleva a los altares, por el procedimiento del boca a boca, a un cantaor condenado al ostracismo por los canales oficiales. En sus interpretaciones, aparte de su admirado Caracol, se recoge las influencias de su zona natural y ancestral (Manuel Torre, El Mellizo, Francisco la Perla, El Fillo, Frijones y su tío-abuelo el cojo Farrabú). De la escuela de Manuel Agujeta, catedráticos en el saber ser y estar, se mofaba de ese pedazo de aficionado que era Camarón de la Isla, porque iba a buscarlo a la fragua para que le cantara. Lo importante de Donday es su cante, su complejo carácter queda en un segundo plano.
-Cadizpedia-
Santiago Donday, cantaor
Otro viejo flamenco nos ha dejado. Santiago Donday, fallecido en Cádiz en la noche del 13 al 14 de mayo del 2004, a consecuencia de un cáncer de próstata. Había nacido en la capital gaditana en 1932. Era gitano "de cepa entera y suscitador de las desgarradas jonduras con que su raza quema el cante y el baile", en frase de Quiñones, y una de sus grandes penas fue que las hijas se casaran con hombres no gitanos. Se llamaba en los papeles Santiago Sánchez Macías. Su madre y su padre cantaban también, así como otros miembros de la familia, como Antonio Farabú. A ella la llamaban María Sabina, y estuvo ciega los últimos años de su vida; fue una destacada buleariera. El padre, un gitano de Jerez a quien llamaban Seis Reales, era raro y daba mala vida a su mujer. Raro fue, asimismo, el propio Donday, a quien no podemos considerar como un artista profesional. Trabajó toda su vida en la fragua, y no se lanzaba a cantar si no se sentía motivado y estaba en una reunión de amigos que le gustaran. No quería cantar por cantar declaraba otro cantaor gaditano, José Fernández Melu, "él sólo cantaba su pena". De voz bronca, áspera, que sonaba a impulsos de sus sentimientos y no se sometía a imperativos musicales que él ni siquiera conocía, sin embargo fue un cantaor de enjundia, depositario de un cante añejo que con su desaparición se pierde un poco más, irremediablemente. Apenas grabó. Algo en el Archivo del Cante Flamenco que dirigió José Manuel Caballero Bonald en la década de los sesenta. Alguna pequeña cosa en televisión. Y no hace mucho, en 2003, un disco en solitario titulado Morrongo, con el toque de Paco Cepero, que publicó Nuevos Medios y que contiene, seguramente, lo mejor de su arte.-
ÁNGEL ÁLVAREZ CABALLERO, El País 26/05/2004
Santiago Donday por Martinetes
Santiago Donday por Seguiriyas
Santiago Donday por Soleá al golpe
Santiago Donday por Soleá
Santiago Donday por Malagueñas del Mellizo
Santiago Donday por Alegrías
Santiago Donday por Soleares y Fandangos
Santiago Donday por Tientos
Santiago Donday por Bulerías
Santiago Donday por Bulerías por Soleá sin guitarra
Santiago Donday -Recopilatorio-
Etiquetas: Santiago Sanchez Macías SANTIAGO DONDAY
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