miércoles, 13 de abril de 2016

Justo Roldán Crespo "JUSTO ROLDÁN"


FLAMENCO

Justo Roldán Crespo

"JUSTO ROLDÁN"

JUSTO ROLDÁN CRESPO, cantaor de flamenco payo, más conocido con su propio nombre artístico de JUSTO ROLDÁN, nació en Fernán Núñez (Córdoba) en el año de 1952. Miembro de la Peña El Mirabrás de Fernán Núñez, ha sabido conjugar su actividad flamenca con la actividad deportiva. Fue jugador del Fernán Núñez C.F. y entrenador del mismo. Directivo desde antiguo de la peña, es firme puntal de la misma. Ilustrador en cante de muchísimas conferencias, ha sido partícipe de numerosos concursos y recitales veraniegos en los pueblos de la campiña cordobesa.
Por aquel entonces, llevábamos tiempo escuchando por la radio la vieja canción "...el día que nací yo que planeta reinaría...". Eran los albores de los años cincuenta del siglo pasado. España había quedado por primera y última vez hasta hoy, cuarto en un campeonato mundial de fútbol, y en San Fernando, entre salinas y olas, nacía Camarón de la Isla. Y desde un principio Justo Roldán, nacido en esos años, se sintió atraído por esos dos planetas: Fútbol y Cante flamenco.
Algunos flamencos proclaman con orgullo que no han visto un partido de fútbol en su vida. Sin embargo, en mi transcurrir flamenco me he encontrado con muchos "aficionados" y algunos cantaores que en su juventud jugaron de una manera continua al fútbol: Paco Ruiz, El Rincón del Cante; Currito López, de la Peña Flamenca Manolo Caracol; Ventura, de El Rincón Flamenco; Manuel del Rosal, de la Peña El Mirabrás y tantos otros como nuestro cantaor y yo mismo. Y podemos decir, también, con orgullo que nos gusta el fútbol, pero ¡ay! nos emociona el Cante.
Soleá interpretada por Justo Roldán Crespo en Venero Flamenco. Al toque Laura González Toledano. Y Justo ha estado siempre ahí, con la nostalgia de sus arrancadas desde atrás por la banda derecha y está aquí con su conocimiento flamenco aprehendido años atrás cantando "alante" y por derecho. Dos planetas distintos pero bien llevados con nobleza y gallardía. Desde niño ya escuchaba en la radio canciones y los cantes más amables bajo el tamiz clarificador de la afición por ellos de su madre Mariana. Todo lo hablaban y todo lo aclaraban, llegando a su punto culminante con el cante de las saetas cuando, terminado el Carnaval, comenzaba la Cuaresma. Buen saetero es.
Aun con pantalones cortos, se paraba en la calle pegado a la ventana de la taberna La Esquinita Te Espero de Fernán Núñez -porque ese es su pueblo-, donde "aficionaos" mayores que él se reunían muchas noches para no sólo hablar y poner discos de Cante, como la vieja Antología de Hispavox, al Niño de Marchena, Manolo Caracol, Pastora y Tomás,... sino para decirse sus cantes con un ya notable conocimiento. Eran Juan Moreno, Fernando Castillo, Manuel del Rosal, entre otros. Aquella reunión fue el germen de la Peña El Mirabrás, fundada en el año 1967. Justo Roldán se vinculó a ella desde entonces; primero como oyente y poco a poco, rompiendo su joven timidez, integrándose plenamente en el caminar de la peña. Porque no sé si esto les ocurre a otros cantaores que son socios de alguna peña, ya que los de El Mirabrás, junto a los tocaores, se sienten tan unidos a ella que forman parte de un mismo cuerpo con los que no sabemos cantar ni tocar.
Y nuestro cantaor, sin perder ese cordón umbilical, lo de las células madre que dicen por ahí, comienza su vida pública cantando en un cine de verano., con su paisano Emilio Jose. Éste con su Soledad. "Soledad es tan tierna como una amapola, ella vive en el trigo sola..." Y Justo acordándose de Pastora: "Qué bonita es la amapola, que se cría en el campo sola. Y a partir de ahí canta en los festivales y en las Noches Flamencas de El Mirabrás, como no podía ser de otra forma, siendo como era y es la primera voz cantaora pública de la peña. Y también en otros muchos sitios de la geografía flamenca alternando con los grandes cantaores del momento. Martos, Montemayor, Lucena, etcétera, son testigos del buen hacer de Justo Roldán.

Participa en concursos siendo finalista en Fernán Núñez, segundo premio en Lucena por fandangos de la tierra, primer premio en Alhaurín el Grande por los cantes abandolaos. Vocal, presidente, actualmente es vicepresidente de El Mirabrás. Justo ha sabido siempre llevar con responsabilidad su doble dedicación como socio y cantaor. Pero para mí, como para otros muchos, la mejor faceta de Justo Roldán fue la ilustración con sus cantes e las conferencias que exponía otro peñista, Juan Velasco. Ambos, con la guitarra de Luis Calderito, peñista también, derramaron su sabiduría por Córdoba, capital y provincia, con los más variados temas del mundo flamenco. Ya podía hablar Juan sobre los cantes básicos, los aires de Huelva y Cádiz, el Fandango con sus derivados..., que allí estaba Justo con su vasto conocimiento y su expresión cantaora.

Y a título personal os diré que me impactó que ya, en aquellos lejanos tiempos, década de los setenta, nuestro cantaor, de un tirón y sin perder el aire abandolao, partía de Lucena y La Puente hacia Ronda la serrana, que mira de lejos el mar y terminando en "Graná". Su voz cantaba a las Aracelis y hortelanas, a nazarenos y olivares; a liebres asustadas a punto de ser madres y a naves que se pierden por esos mares de Dios, buscando con veinticinco faroles el buen puerto de la Torre de la Vela. Y a este apacible puerto o refugio de vinos y cantes transparentes de Bodegas Campos, ha recalado con la guitarra sensible e intimista de Laura González Toledano, Justo Roldán. Salvador Miranda Crespo, Venero Flamenco en Bodegas Campos (col. Arca del Ateneo, 2007).
-El arte de vivir el flamenco
PARA ESCUCHAR UNOS VERDIALES CORDOBESES PINCHAR EL SIGUIENTE ENLACE:
http://www.ivoox.com/justo-roldan-verdiales-cordobeses-audios-mp3_rf_1662569_1.html

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