miércoles, 10 de diciembre de 2014

LA GUITARRA FLAMENCA América Martinez Serrano "AMÉRICA MARTÍNEZ"


LA GUITARRA FLAMENCA

América Martinez Serrano


"AMÉRICA MARTÍNEZ"

AMÉRICA MARTÍNEZ SERRANO, catedrática de la guitarra clásica, conocida mundialmente con el nombre artístico de  AMÉRICA MARTÍNEZ, nació en Madrid en el año de 1922, murió en El Puerto de Santa María el día 30 de Septiembre del 2010, y fue enterrada en el sevillano cementerio de San Fernando la primera catedrática de guitarra de Andalucía, a los 88 años de edad, ha causado un hondo pesar en la cultura y en las varias generaciones de intérpretes que tuvieron en esta mujer, la primera catedrática de guitarra del Conservatorio Superior de Sevilla, un inquebrantable ejemplo de pasión por la música.
Comenzó sus estudios de guitarra animada por su madre, quien a los 9 años le encomendó su educación a Fortea. A los 10 años se hizo famosa por los recitales que ofrecía con su hermana España. En 1945 se creó para ella la plaza de profesora de guitarra en el Conservatorio Superior de Sevilla, cuya cátedra obtuvo por oposición (por unanimidad y con el número 1) en 1949. Seguiría vinculada a esta institución hasta su jubilación en 1987, tras 43 años de magisterio ininterrumpido. Ese año organizó en Sevilla el Homenaje a 130 Años de Guitarra Clásica Española, su más ambicioso proyecto. América se casó en 1950 con el escritor José María de Mena, de quien se separó cuatro años después. La pareja tuvo dos hijos: Juan, que la ha cuidado hasta el final de sus días en su hogar portuense, y América, fallecida a mediados de los años 90.
La virtuosa América Martínez que se codeó con los grandes intérpretes del siglo XX, como Andrés Segovia, Joaquín Rodrigo y Manuel Castillo, y se desvivió dando clases extras, que nunca cobraba, para que de entre sus alumnos surgiera una de las mejores generaciones de guitarristas españoles, a la que pertenecen, entre otros, María Esther Guzmán y Juan Carlos Rivera. "Llevar la música a los colegios me llenó de satisfacción porque la música no admite la maldad y un niño que se eduque en la música nunca será violento", declaraba América en mayo de 2002 a nuestro compañero Luis Carlos Peris en la extensa entrevista que publicó Diario de Sevilla, uno de los rotativos del Grupo Joly, apenas tres meses después de que una desafortunada intervención quirúrgica le impidiera volver a andar y la obligara a conducirse en silla de ruedas.
Fue una profesora excelente. La guitarra era su vida. Comenzó como intérprete formando un dúo de mandolina española y guitarra junto a su hermana España. Llegó a actuar en el Círculo de Bellas Artes, en el María Guerrero y en el Teatro de la Zarzuela antes de salir de gira por todo el país. Sin embargo, pronto aparcaría los conciertos para dedicarse a la enseñanza, que fue su pasión", evocaba ayer Juan Carlos Rivera, quien cursó con ella toda la carrera en el Conservatorio Superior de Sevilla y la considera "la gran defensora de la guitarra clásica en Andalucía. Hizo de este instrumento algo muy importante en Sevilla, donde sólo se conocía y estudiaba la guitarra flamenca". "Su currículum era extraordinario. Acumulaba becas, premios, y se la requería constantemente para formar parte de tribunales musicales y dictar conferencias en España y el extranjero", continúa el también director de Armoniosi Concerti que, aunque hoy es uno de los grandes intérpretes de música antigua, asume que nada habría sido igual si no hubiera pasado por las aulas de América en el Conservatorio de Sevilla, donde logró el premio de honor de fin de carrera.
Bajo las directrices de quien fue la primera catedrática de guitarra de Andalucía y la segunda de España, añade Juan Carlos Rivera, "ha crecido la gran escuela de guitarristas sevillanos", que comprende en la actualidad concertistas y profesores de renombre como María Esther Guzmán, José María Gallardo, José Antonio Peñalosa, Serafín Arriaza, Claudio González Jiménez, el malogrado Juan Antonio Torres, Maribel Álvarez, José María Pichardo y un largo etcétera. Rocío Macareno, otra de sus alumnas más notables, que preside en la actualidad la Asociación de Amigos de la Guitarra Juan Antonio Torres, cree que "doña América ha dejado una huella imborrable en la guitarra clásica española". En los últimos años, había recibido la Placa de Honor de la Provincia, que le otorgó la Diputación de Sevilla, y el Conservatorio de Mairena fue denominado con su nombre. Además, la propia Rocío Macareno se encargó de recuperar las piezas y buscar la financiación para lograr editar una recopilación histórica de sus grabaciones, que incluía obras de Sor, Mudarra, Coste, Malats, Tárrega y Daniel Fortea, el maestro madrileño que le dio en su niñez clases particulares y le descubrió los secretos de la guitarra. Ese primer disco se presentó en septiembre de 2007 en la Casa de la Provincia, que también ha acogido en los últimos años el Festival de Guitarra que perpetúa su nombre.
-El arte de vivir el flamenco
Dña. América Martínez nace en Madrid en 1922. A los 8 años de edad inicia los estudios de guitarra, junto a su hermana España, bajo las enseñanzas de su madre, la cual al curso siguiente, encomienda su educación musical al maestro Daniel Fortea, quien le imparte simultáneamente clases de guitarra y de mandolina española. Al poco tiempo colaboraría con el maestro como jovencísima auxiliar de guitarra en el Ateneo y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid de 1934 a 1936. En 1932, a la edad de 10 años, comienza sus primeros recitales en Madrid, en compañía de su hermana España, con quien realiza conciertos de dos guitarras y guitarra y mandolina española indistintamente, actuando en el Círculo de Bellas Artes, Ateneo, Teatro María Guerrero, Coliseum España, Teatro de la Zarzuela, así como diversas emisoras de radio; conciertos que más adelante se extenderían a relevantes salas de las principales capitales españolas. En 1938, ella y su hermana reciben, tras el correspondiente examen, el nombramiento de Profesora de Orquesta, otorgado por la Asociación General de Profesores de Orquesta y Música de Madrid. Gracias a las gestiones realizadas por su madre, Matilde Serrano, en 1935 se crea en el Conservatorio de Madrid la Cátedra de Guitarra, cuyo primer representante sería Regino Sáinz de la Maza. En 1939, una vez finalizada la guerra civil española, y hasta 1943, Dña. América Martínez realizaría allí sus estudios oficiales, durante los que obtuvo las máximas calificaciones y el Diploma de Primera Clase "Fin de Carrera", siendo becada por dos años consecutivos por el Gobierno Civil de Madrid como alumna más destacada del Real Conservatorio (1942-1943). En 1944, al finalizar sus estudios de armonía, se le concede la beca "Carmen del Río" de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Al año siguiente se crea para ella la plaza de profesora de guitarra en el Conservatorio Superior de Sevilla, cuya cátedra obtiene por oposición (por unanimidad y con el número 1) en 1949 (ver foto). Dña. América seguiría vinculada a esta institución hasta su jubilación en 1987, tras 43 años de magisterio ininterrumpido. Ese año, Dña. América organiza el "Homenaje a 130 Años de Guitarra Clásica Española", sin duda, su más ambicioso proyecto. En este evento impartieron cursos los más destacados maestros del momento, tuvo lugar un "Concurso Internacional", se celebraron multitud de conciertos e importantes compositores crearon obras dedicadas a Dña. América, obras que vinieron a engrosar una lista en la que destacan, entre otros, los nombres de Joaquín Rodrigo, Manuel Castillo, Stephen Dodgson, Reginald Smith Brindle, Antonio Ruiz Pipó, Abel Carlevaro, etc. Desde su jubilación, Dña. América sigue dedicándose en cuerpo y alma a la guitarra. Forma parte del jurado en importantes concursos, dicta conferencias, imparte cursos, etc. Curiosamente, la mayoría de estas actividades las desarrolla lejos de nuestro entorno, en Francia, Polonia, Italia o Japón.

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