FLAMENCO

Francisco Cruz García

"CURRO MAIRENA".

-El único continuador de los cantes de mi padre fue su hijo Tomás, aunque el único que puede hacer los cantes de él es Antonio Mairena y CURRO MAlRENA, que tiene el eco suyo-

Así hablaba María Soto hija del inolvidable Manuel Torres, en una entrevista de Nueva Andalucía en 1978 y que publicó la revista Sevilla Flamenca en su nº 2 y así he querido comenzar con este entrañable y gran cantaor siguiriyero como es Francisco Cruz García "Curro Mairena".

Y quiero comenzar estas pinceladas, estos trazos de la vida de uno de los amigos que se te fueron, y perpetuar en estas páginas, pues para quien suscribe, Francisco Cruz García “Curro Mairena”, fue un verdadero amigo, tanto es así que en un homenaje que se le dio en el antiguo cine “Palacio Cinema” de Mairena del Alcor, el 28-1-1989 (motivo de la fotografía), contaba Curro con 75 años, pues nace en el bendito pueblo de Mairena del Alcor, el 1 de Febrero de 1914,y me concede el alto honor de tomar la palabra en su nombre; tengo que reconocer las eminentes figuras tanto del cante, como del toque, o el baile que se dieron cita aquella noche, pero en lo que a mí toca y hablando del mundo de la comunicación, estaban D. Miguel Acal, D. Manuel Martín Martín, D. Francisco Celaya, D. Antonio Ojeda, etc., etc., y la palabra me la dio a mí. Gracias Curro, con cuanto honor y orgullo llevo en mi alma aquella noche.

-Gitano de dura crin, moreno de verde luna, voz de clavel varonil- que te dijera Garcia Lorca si te hubiese conocido a ti, hijo de Rafael Cruz Vargas y de Aurora García Heredia, familia gitana, honrada y trabajadora, compuesta por los hermanos Antonio, Águila, Curro, Juan, Rosario, María Josefa, Manuel, y Ángeles.

Su crianza, la desarrolla junto con sus hermanos Antonio, Juan y Manolo, en la fragua gitana de su padre donde tantas y tantas fiestas celebraron, pues por aquellos años los gitanos compartían cante, baile, diversión y sobre todo aquello que se podía jamar. Los viejos maireneros contaban las visitas a la calle Benardo de los jerezano Manuel Torres, el Gloria, de los gitanos de las cuevas del Alcalá, la familia de los Paula, de los Talegas, todo un elenco primordial y majestuoso donde el cante de mascaba, se saboreaba y las claras del día era el despertar de una noche al “caló” y al “oló” de sus ancestros, donde las viejas gitanas cosían las camisas que el duende y el embrujo habían roto.

"Francisco de Rafael", como se le llamó por muchos años en Mairena del Alcor, hizo todo lo que un padre de familia hace para ganarse la vida, fue desde fragüero, herrero, tabernero (regentó el bar del Casino), camarero por las fiestas, animador junto con su primo Diego el de la Gloria, hasta hombre de campo en una pequeña finca propiedad de su hermanos Antonio.

Francisco Cruz García, “Curro Mairena”, y casi así comienzo esta hermosa historia, es uno de los cantaores que con más duende han “cantao”, no solamente por siguiriyas, sino por “soleá”, por toná, porque hay que tener en cuenta que Curro no aprendió en los microsurcos, no aprendió en los escenarios, Curro llevaba intrínseco en cante gitano pasado y heredado por transmisión oral de sus mayores, en él no había modificaciones ni había cambión de adaptación a los tiempos, Curro era puro como sus cantes. Su “sonío” era místico e incorpóreo, era la verdad del “quejío” y la lamentación de un pueblo, el gitano.

Todas estas afirmaciones las podemos encontrar (y varían mucho de las realidades in situ), en los discos y en la grabaciones que afortunadamente dejó. “Los duendes de Curro Mairena”, con Monoplay y otro LP con mi Antonio, decía Curro (así le gustaba llamar a D. Antonio Mairena), “La Fragua de los Mairenas, con R.C.A. Es posible ver en las casas discográficas títulos atractivos, como “El Mairenismo” o cualquier otro título que se nos escapa.

Participó en concursos, más bien por compromisos que por deseos personal, ya que le cogió en edad madura y el no pretendió nunca sobresalir de los demás, su cante era y es cante para gitanos cabales, para aquellos aficionado que siente el sabor de la “Razón Incorpórea”, de la que tan a gala llevaba su hermano “Antonio Mairena”.

Por ello cuando en Córdoba, en su V Concurso Nacional de Cante Flamenco de 1968 le dan un accésit al premio “Tomás Pavón”, el lo toma casi como un “cumplío”.

Lo que si puedo asegurar que a partir de estos años de los 60, Curro comienza a ser otro, acude junto con Antonio a un sinfín de fiestas y otros tantos de Festivales.

Por citar quizás algunos de los más interesantes, participa en un Homenaje a su amigo Juan Talegas en Madrid en 1970.

Pasa por los diferentes escenarios tanto de Andalucía, Extremadura, Ceuta, Madrid con su teatro de la Zarzuela, etc., etc., no es querido amigos del flamenco para extenderse en este tema, su categoría cantaora es mucho más que cualquier escenario, pero qué duda cabe, todos y cada uno de los cantaores de su tiempo, estuvieron con Curro compartiendo sonanta, público y silla, pues por ellos, por los Manuel Mairena –su hermano-, Meneses, Fosforito, Curro Malena, Lebrijano, el propio Camarón o Pastora Pavón Cruz –su querida prima-, amén de D. Antonio Cruz García “Antonio Mairena”, Curro Mairena fue fiel siguiriyero de los cantes de Jerez, de los cantes Joaquín Lacherna tío de su ídolo Manuel Soto Loreto “Manuel Torres”.

Por soleá era genial, su temple, su ritmo, su compás. El cante por toná y por martinete conseguía unos ecos muy profundo y ciertos, con quejío sentíos desde las sentrañas.

Hablar de hombres puros, es hablar de Francisco Cruz García "Curro Mairena", un cantaor gitano que no quiso ni pretendió sobresalir con su cante, el cantaba "pa sus adentros", "pa" los suyos y "pa to" los buenos aficionados que saben escuchar.

Un orgullo y una satisfacción hablar de Curro, y más, mucho más aún, escuchar la profundidad y el quejío de su cante.

Antonio Reyes Peña

-Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena-