FLAMENCO

LA GUITARRA FLAMENCA

Manolo de Huelva (II)

A finales de los años sesenta regresó a Sevilla, donde vivió hasta su muerte, siendo una de sus últimas actuaciones públicas, la que tuvo lugar en Santander, dentro del curso de música de la Universidad Menendez y Pelayo en el Palacio de la Magdalena, en 1974.

Manolo de Huelva grabó discos como solista en su primera etapa y acompañando a cantaores como Enrique Orozco, Manuel Centeno, Canalejas de Puerto Real y especialmente acompañando a Manuel Vallejo. Asímismo realizó grabaciones en solitario para Marius de Zayas.

Conocedor profundo del cante y de los toques antiguos de Paquirri "El Guanté", Patiño, Javier Molina, Habichuela, etc., todos los cantaores le consideraban el acompañante ideal. Sus extravagancias de carácter, se acentuaron a partir de los años cincuenta, mostrándose reacio a divulgar su toque y actuar en público, según algunos por recelo a que le imitaran su estilo. Esto ha creado en torno a su figura una creencia equívoca, ya que muchos aficionados creen que nunca tocó en un escenario.

Lo cierto es que su postura en los últimos años de su vida profesional, recluido en las reuniones de cabales, ha perjudicado la divulgación de su personalísimo arte y, por lo tanto, a la justa apreciación de su importancia artística en la evolución de la guitarra flamenca.

Manolo de Huelva fue un hombre pródigo en rarezas, de las que se hablaba casi tanto como de su arte excepcional. Una de ellas, la principal seguramente, era su resistencia a actuar ante otros guitarristas por temor a que le "robasen" lo que él creaba. "Lo que yo hago se lo va a comer la tierra", decía.

Luis Caballero cuenta como el día siguiente de un recital, que lo dieron juntos en 1968, se enteró el guitarrista de que él mismo habia sido totalmente grabado en cinta por un norteamericano aficionado a la guitarra. Inmediatamente el de Huelva se personó en el lugar donde podria encontrar a esa persona, y le exigió perentoriamente que le entregara la cinta o llamaría a la policía, lo que el otro hizo entre asustado y extrañado.