lunes, 31 de octubre de 2011

LA GUITARRA FLAMENCA Francisco Rodriguez Murciano, "El Murciano", (I)



FLAMENCO

LA GUITARRA FLAMENCA

Francisco Rodriguez Murciano

"EL MURCIANO", (I)

Generalmente se considera que el nombre mas antiguo que se puede citar como guitarrista de alguna manera próximo al arte flamenco fue Francisco Rodríguez Murciano, conocido en el mundo artístico como "El Murciano". Nació en Granada y su vida transcurrió entre los años 1795 y 1848.

Gracias a una biografía de este tocaor primitivo, escrita por el director de orquesta y compositor Mariano Vázquez Gómez, se conoce su dedicación a la guitarra desde los cinco años y su negación a estudiar música "conservando así toda su vida cierta fantasía, si no salvaje, independiente, tan llena de fuego como de vena inagotable, siempre viva y fresca".

Igualmente se nos cuenta en la citada biografía:

"El célebre músico ruso Mikhail Glinka pasó una larga tamporada en Granada, y uno de sus encantos de viajero era estarse horas enteras oyendo a nuestro Rodríguez Murciano improvisar variantes a los acompañamientos de rondeñas, fandangos, jotas aragonesas, etc., que anotaba con cuidadosa persistencia el compositor ruso, empeñado, además, en traducir al piano los efectos bellísimos, cuanto desconocidos, que sacaba Rodríguez Murciano de las seis sencillas cuerdas de su instrumento".


El empeño de Glinka, cuando no resultaba imposible, era abandonado prontamente, pues, como magnetizado, se volvía de repente hacia su acompañante, quedando como extasiado oyendo la guitarra y admirando los sones que arrancaba de las cuerdas.

Los más renombrados cantaores de toda Andalucía proclamaban unánimemente que la manera de acompañar las canciones bailables por "el Murciano" no tenían semejante, ni por la riqueza y novedad de sus ritmos ni por el sorprendente encadenamiento de acordes.

De carácter modesto, nunca hizo valer su talento singular y siempre tañó en guitarra para su propio solaz, o por complacer a sus amigos que muchos les granjeó su buen caracter y fina gracia andaluza. Pero si el no haberse sujetado a los principios de la música favoreció la espontaneidad de su inspiración, que ninguna regla frenaba, en cambio es de lamentar que se perdiesen aquellos rasgos, quizá como evaporados en el espacio. Y aún muchas veces, al pedirle por ejemplo Glinka o algunos amigos del guitarrista que le oían, la repetición de algún paso que les habia entusiasmado, ni él mismo encontraba la manera de repetirlo, resultando, en cambio, otros tan nuevos y sorprendentes como el primero.

Horizonte Flamenco: El flamenco, historia, palos y protagonistas

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio