LA GUITARRA FLAMENCA Luis Maravilla (I)
FLAMENCO
LA GUITARRA FLAMENCA
Luis Maravilla (I)
Luis Lopez Tejera nace en Sevilla el 1 de Junio de 1914. Su padre, el "Niño de las Marianas", era en aquel tiempo uno de los cantaores destacados. Y por motivo del trabajo del padre el pequeño Luis estuvo viviendo seis meses en Madrid y seis meses en Sevilla, debido al traslado periódico que tenia que hacer su padre para cumplir con las actuaciones en ambas ciudades.
En septiembre de 1925 se presentaba en el teatro Maravillas de Madrid "La española que fue mas que reina", obra sobre la figura de Eugenia de Montijo en la que intervenía "El Niño de las Marianas", acompañado a la guitarra por Marcelo Molina.
El pequeño Luis iva con su padre al teatro todas las tardes y se entretenía en el camerino escuchando a Marcelo. El guitarrista, al verlo interesado le propuso enseñarle a tocar la guitarra, pero con la condición de que no se enterase su padre.
A las tres o cuatro semanas de lecciones de guitarra se produjo la sorpresa: llamaron al "Niño de las Marianas" a actuar y su hijo tocó para él. El resultado fue una gran alegría por el correcto cumplimiento de la actuación del joven Luis, al que se le recompensó con una guitarra para que siguiera estudiando el tiempo que duraran las funciones.
Eran momentos en que el "Niño de las Marianas" tenía grandes éxitos en sus actuaciones, trabajaba mucho y empezó a llevar al pequeño Luis de tocaor. Y ese fue el momento en que surgieron las quejas del resto de los guitarristas.
Al "Niño de las Marianas" le pareció muy bien que su hijo quisiera ser artista, es más, le compró una guitarra de los hermanos Sanz, tipo cadete, fechada en 1926, con la que Luis estuvo trabajando hasta pasada la Guerra Civil Española.
Cuando Chacón se enfadó con Quijano, dueño de "Los Gabrieles", se trasladó a "Villa Rosa" y con él marcharon casi todos los artistas que trabajaban en el establecimiento de Adrián Quijano, entre ellos el padre de Luis Maravilla. En Villa Rosa se formó un nutrido grupo de guitarristas de primera fila: Ramón Montoya, Perico el del Lunar, Manolo de Huelva, etc.
En los bajos de Villa Rosa había una cueva con reservados que la llamaban "El metro", porque cada cuarto tenia el nombre de una estación del metropolitano de Madrid: Sol, Tribunal, Cuatro Caminos... Allí, en el cuarto de Cuatro Caminos, destinado a los artistas, pasó el joven Luis estudiando muchas horas. Y a ese mimo cuartito bajaba todas las noches D. Antonio Chacón a probarse la voz.
En septiembre de 1925 se presentaba en el teatro Maravillas de Madrid "La española que fue mas que reina", obra sobre la figura de Eugenia de Montijo en la que intervenía "El Niño de las Marianas", acompañado a la guitarra por Marcelo Molina.
El pequeño Luis iva con su padre al teatro todas las tardes y se entretenía en el camerino escuchando a Marcelo. El guitarrista, al verlo interesado le propuso enseñarle a tocar la guitarra, pero con la condición de que no se enterase su padre.
A las tres o cuatro semanas de lecciones de guitarra se produjo la sorpresa: llamaron al "Niño de las Marianas" a actuar y su hijo tocó para él. El resultado fue una gran alegría por el correcto cumplimiento de la actuación del joven Luis, al que se le recompensó con una guitarra para que siguiera estudiando el tiempo que duraran las funciones.
Eran momentos en que el "Niño de las Marianas" tenía grandes éxitos en sus actuaciones, trabajaba mucho y empezó a llevar al pequeño Luis de tocaor. Y ese fue el momento en que surgieron las quejas del resto de los guitarristas.
Al "Niño de las Marianas" le pareció muy bien que su hijo quisiera ser artista, es más, le compró una guitarra de los hermanos Sanz, tipo cadete, fechada en 1926, con la que Luis estuvo trabajando hasta pasada la Guerra Civil Española.
Cuando Chacón se enfadó con Quijano, dueño de "Los Gabrieles", se trasladó a "Villa Rosa" y con él marcharon casi todos los artistas que trabajaban en el establecimiento de Adrián Quijano, entre ellos el padre de Luis Maravilla. En Villa Rosa se formó un nutrido grupo de guitarristas de primera fila: Ramón Montoya, Perico el del Lunar, Manolo de Huelva, etc.
En los bajos de Villa Rosa había una cueva con reservados que la llamaban "El metro", porque cada cuarto tenia el nombre de una estación del metropolitano de Madrid: Sol, Tribunal, Cuatro Caminos... Allí, en el cuarto de Cuatro Caminos, destinado a los artistas, pasó el joven Luis estudiando muchas horas. Y a ese mimo cuartito bajaba todas las noches D. Antonio Chacón a probarse la voz.
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