LA GUITARRA FLAMENCA Diego del Gastor (II)
flamenco
LA GUITARRA FLAMENCA
Diego del Gastor (II)
Pero no solo fue un arrebato de admiración artística lo que experimentó Pohren, sino que intuyó la posibilidad de establecerse definitivamenre en España y dedicarse al flamenco. A tal efecto adquirió una finca cercana a Morón de nombre "Espartero" y en unión de su mujer Luisa Maravilla, que era bailarina, organizó durante años, prácticamente hasta la muerte de Diego del Gastor, reuniones flamencas, cursos de cante, baile y guitarra y toda una serie de actividades relacionadas con el flamenco.
A principios del año 1966 empezaron a llegar a Morón los primeros aficionados, todos extranjeros y principalmente americanos, que durante cursillos y juergas se hospedaban en la misma finca "Espartero". Ni que decir tiene que, desde el punto de vista económico, esta actividad proporcionaba una sana aportación al peculio no sólo de Diego del Gastor, sino también a otros más modestos artistas moroneses. Al parecer, la oferta en "Espartero" era la siguiente: tres juergas a la semana y, si se solicitaban, clases de Diego aparte.
No cabe duda de que la etapa de Pohren en Morón significó una proyección en el exterior que llegó a hacerlo famoso a nivel internacional en el arte flamenco de la guitarra. Se dió la paradoja de que mientras en España la figura de este artista era poco conocida, en otros lugares del mundo como Estados Unidos o Japón crearon escuelas con su nombre donde se estudiaban las características diferenciales del toque de Diego del Gastor. También es cierto que este gran artista, durante toda su vida, rehuyó siempre culquier tipo de publicidad.
La vida artística de Diego del Gastor se desarrolló, en su mayor parte, sin salir de los límites geográficos de Morón, realizándose por lo general en reuniones limitadas de aficionados con la excepción de la celebración anual del "gazpacho andaluz" de Morón o el "potaje" de Utrera. Todo lo que fuese presentarse ante un gran auditorio no se correspondia con la forma de ser del guitarrista. Su modestia o rareza de carácter hacía que se encontrase más a gusto con auditorios reducidos.
Por ese mismo motivo de su carácter retraido fueron pocos los profesionales de la guitarra flamenca que llegaron a conocer a Diego ya apreciar personalmente su arte. Las pocas veces que se le escuchaba por radio o en sus escasas apariciones en televisión agudizaba el interés de otros artistas de la guitarra por escucharlo personalmente. No obstante, entre las figuras del toque flameco de su época, como lo fueron "Niño Ricardo" y "Sabicas", impulsados por esa curiosidad, intentaron una aproximación personal a Diego del Gastor e inclusive llegaron a actuar con él, aunque a Diego le aterraba actuar con figuras de tanto renombre.
A principios del año 1966 empezaron a llegar a Morón los primeros aficionados, todos extranjeros y principalmente americanos, que durante cursillos y juergas se hospedaban en la misma finca "Espartero". Ni que decir tiene que, desde el punto de vista económico, esta actividad proporcionaba una sana aportación al peculio no sólo de Diego del Gastor, sino también a otros más modestos artistas moroneses. Al parecer, la oferta en "Espartero" era la siguiente: tres juergas a la semana y, si se solicitaban, clases de Diego aparte.
No cabe duda de que la etapa de Pohren en Morón significó una proyección en el exterior que llegó a hacerlo famoso a nivel internacional en el arte flamenco de la guitarra. Se dió la paradoja de que mientras en España la figura de este artista era poco conocida, en otros lugares del mundo como Estados Unidos o Japón crearon escuelas con su nombre donde se estudiaban las características diferenciales del toque de Diego del Gastor. También es cierto que este gran artista, durante toda su vida, rehuyó siempre culquier tipo de publicidad.
La vida artística de Diego del Gastor se desarrolló, en su mayor parte, sin salir de los límites geográficos de Morón, realizándose por lo general en reuniones limitadas de aficionados con la excepción de la celebración anual del "gazpacho andaluz" de Morón o el "potaje" de Utrera. Todo lo que fuese presentarse ante un gran auditorio no se correspondia con la forma de ser del guitarrista. Su modestia o rareza de carácter hacía que se encontrase más a gusto con auditorios reducidos.
Por ese mismo motivo de su carácter retraido fueron pocos los profesionales de la guitarra flamenca que llegaron a conocer a Diego ya apreciar personalmente su arte. Las pocas veces que se le escuchaba por radio o en sus escasas apariciones en televisión agudizaba el interés de otros artistas de la guitarra por escucharlo personalmente. No obstante, entre las figuras del toque flameco de su época, como lo fueron "Niño Ricardo" y "Sabicas", impulsados por esa curiosidad, intentaron una aproximación personal a Diego del Gastor e inclusive llegaron a actuar con él, aunque a Diego le aterraba actuar con figuras de tanto renombre.
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