HISTORIA DEL FLAMENCO -Figuras señeras Don Antonio Chacón (y IV)
¿Fue don Antonio Chacón lo que en el ámbito flamenco se denomina un cantaor completo?. Sobre este punto existen opiniones encontradas. Cantaor completo o enciclopédico se considera aquel que realiza con rigurosidad la gama de cantos básicos del flamenco. Hay escritores, cantaores, aficionados...que han negado a Chacón esta virtud, no en base a que su capacidad cantaora no abarcara todos los cantes principales, sino que , en alguno de ellos, como las siguiriyas, según estas opiniones a Chacón le faltaba "rajo" o "duende". Ricardo Molina dejó escrito: "Pues don Antonio fue toda su vida -¿como no?- un fervoroso admirador del cante gitano. Pero a él, a fuerza de auténtico cantaor, sentía que, por muy hondo que ese cante le llegara, no era el "suyo". Lo suyo fueron las malagueñas, y toda la grande, melancólica, grandilocuente gama de cantes de levante". Asimismo, Anselmo Gonzalez Climent pone en boca de Manolo Caracol lo siguiente: "Don Antonio Chacón es el cantaor que ha dominado todos los cantes, pero no siempre llegaba a la jondo". El mismo Ricardo Molina, junto con Antonio Mairena, opinan de esta forma en su conocido libro: "Indudablemente fué Chacón el heredero de Silverio Franconetti, cuyo "enciclopedismo" mantuvo. Sin embargo, no cultivó como especialidad las siguiriyas, sino la malagueña y los cantes levantinos, en lo que se diferenció del maestro sevillano, esencialmente siguiriyero. "Opinión ésta muy diferente de la de Ramón Montoya, famoso genio de la guitarra, que acompañó a Chacón en la época de sus grandes éxitos .Dice el gran guitarrista gitano: "Pero en el "cante jondo" lo más grande que ha dado España es Antonio Chacón, no, mejor dicho, don Antonio Chacón…", y más adelante: "Chacón era lo más grande en el canto gitano por siguiriyas…".
Angel Alvarez Caballero opina que: "Sus limitaciones se hicieron patentes enseguida: aunque cantaba todos los estilos, sus facultades y su temperamento no se acomodaban con la misma facilidad a cualesquiera de ellos. Evidentemente su voz no sonaba gitano, y en los cantes gitanos nunca llegó a sentirse cómodo. Con las bulerías, por ejemplo, jamás se atrevió a pesar de la amplitud de su repertorio, y con la siguiriya tampoco brilló a demasiada altura. "Por su parte, José Blas Vega defiende con energía el dominio completo que el cantaor jerezano ejerció sobre la generalidad de los palos flamencos, saliendo al paso del juicio expresado por Molina y Mairena sobre el enciclopedismo de Chacón: "Molina y Mairena al ocuparse de este tema en Chacón le hacen heredero de Silverio, cuyo enciclopedismo mantuvo, sin embargo no cultivó como especialidad las siguiriyas, sino la malagueña y los cantes levantinos". "Desde ese momento, dice Blas Vega, están desconociendo tal enciclopedismo, relegándolo contradictoriamente a una amplia especialización enciclopédica de cantes levantinos y malagueñas, lo que indica más que una ligereza, una intencionalidad de tratamiento. Precisamente el enciclopedismo de Chacón fue algo concreto, conocido y de positivo valor."
Para Blas Vega don Antonio Chacón puso su personalidad en todos y cada uno de los cantes que hizo a lo largo de su vida artística, enriqueciendo el ámbito del arte flamenco. Fue él quien trató de fomentar entre los cantaores de su tiempo el interés por los cantes sin guitarra, siendo su impulso baldío ante la indiferencia de los profesionales de su época. Las tonás, los martinetes, la debla fueron cantes que casi no se hacían en los tiempos de Chacón. En las grabaciones de esa época no se encuentran cantes sin guitarra, prueba evidente de lo poco que se cantaban. Blas Vega, en su citado libro nos cuenta. "García Matos nos comentó que al final de los años cuarenta un veterano y conocidísimo cantaor le dijo que no sabia lo que eran las tonás". Chacón conservó las tonás que cantaba su maestro Silverio, que eran diecinueve. Igualmente la debla y los martinetes fueron objeto de la atención artística del maestro de Jerez, existiendo testimonios de contemporáneos suyos en los que se alaban la maestría de Chacón al interpretar estos palos. En cuento a las siguiriyas, ya se ha comentado la discusión planteada sobre si el "sonío" de este palo en boca de Chacón era o no gitano, y las opiniones en uno y otro sentido con relación a este palo.
Es unánime opinión de autores, cantaores y de aficionados que oyeron a Chacón sobre el alto nivel de su arte alcanzado en la interpretación de malagueñas, granaínas y medias granaínas, cartageneras… En los cantes levantinos y malagueñas su impronta fue decisiva y a partir de sus interpretaciones de estos palos el sello de Chacón quedó como marca en la historio del cante. En cuanto al resto de los cantes Angel Alvarez Caballero afirma: "En todos los cantes que hizo dejó su huella don Antonio. Dio a la caña, seguramente, la forma definitiva, la que ha llegado hasta nosotros; añadió al polo los "ayes" que le caracterizan; fue genial intérprete de las serranas del Sota; revalorizó la milonga y la colombiana, ambos cantes de los llamados de ida y vuelta que había aprendido de Pepa de Oro, quien los había traído de las Américas". En cuanto a la soleá este mismo autor ha escrito: "En la soleá también Chacón estuvo bien, siguiendo la escuela gaditana de El Mellizo", significando esto que en este palo se alimentó de las enseñanzas del maestro de Cádiz. No obstante, Blas Vega puntualiza que "Chacón al llegar a Sevilla entró en contacto con el mundo de las soleares trianeras, volcando su preferencia hacia estos estilos". Esto unido a las soleares que aprendió en el Jerez de sus primeros años, hizo de Chacón un dominador de este palo. La familia de las cantiñas mereció también la atención de Chacón, aunque en una época ya avanzada de su carrera, concretamente cuando se trasladó a Madrid. De esta familia de cantes gaditanos hemos de destacar los caracoles que Chacón reformó, engrandeció y difundió.
En la figura de don Antonio Chacón se dieron cualidades de tipo artístico y cualidades de tipo humano a un nivel excepcional. Constituye uno de los pilares básicos del flamenco.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Vida y cante de don Antonio Chacón.- José Blas Vega.- Ed. Cinterco, 1990
Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco.- Ed. Cinterco.- Madrid, 1990
Arte y Artistas Flamencos.- Fernando de Triana.- Madrid, 1935
Mundo y Formas del Cante Flamenco.- Rafael Molina y Antonio Mairena.- Revista de Occidente, Madrid 1963
Historia del Cante Flamenco.- Angel Alvarez Caballero.- Alianza Editorial,. Madrid, 1981
DISCOGRAFIA RECOMENDADA
Álbum de Oro, 1909.- Don Antonio Chacón
Don Antonio Chacón- 1913-1927.-La Cumbre de un Maestro. Sonifolk
Homenaje a Don Antonio Chacón.- Enrique Morente.- Hispavox, 1997
Angel Alvarez Caballero opina que: "Sus limitaciones se hicieron patentes enseguida: aunque cantaba todos los estilos, sus facultades y su temperamento no se acomodaban con la misma facilidad a cualesquiera de ellos. Evidentemente su voz no sonaba gitano, y en los cantes gitanos nunca llegó a sentirse cómodo. Con las bulerías, por ejemplo, jamás se atrevió a pesar de la amplitud de su repertorio, y con la siguiriya tampoco brilló a demasiada altura. "Por su parte, José Blas Vega defiende con energía el dominio completo que el cantaor jerezano ejerció sobre la generalidad de los palos flamencos, saliendo al paso del juicio expresado por Molina y Mairena sobre el enciclopedismo de Chacón: "Molina y Mairena al ocuparse de este tema en Chacón le hacen heredero de Silverio, cuyo enciclopedismo mantuvo, sin embargo no cultivó como especialidad las siguiriyas, sino la malagueña y los cantes levantinos". "Desde ese momento, dice Blas Vega, están desconociendo tal enciclopedismo, relegándolo contradictoriamente a una amplia especialización enciclopédica de cantes levantinos y malagueñas, lo que indica más que una ligereza, una intencionalidad de tratamiento. Precisamente el enciclopedismo de Chacón fue algo concreto, conocido y de positivo valor."
Para Blas Vega don Antonio Chacón puso su personalidad en todos y cada uno de los cantes que hizo a lo largo de su vida artística, enriqueciendo el ámbito del arte flamenco. Fue él quien trató de fomentar entre los cantaores de su tiempo el interés por los cantes sin guitarra, siendo su impulso baldío ante la indiferencia de los profesionales de su época. Las tonás, los martinetes, la debla fueron cantes que casi no se hacían en los tiempos de Chacón. En las grabaciones de esa época no se encuentran cantes sin guitarra, prueba evidente de lo poco que se cantaban. Blas Vega, en su citado libro nos cuenta. "García Matos nos comentó que al final de los años cuarenta un veterano y conocidísimo cantaor le dijo que no sabia lo que eran las tonás". Chacón conservó las tonás que cantaba su maestro Silverio, que eran diecinueve. Igualmente la debla y los martinetes fueron objeto de la atención artística del maestro de Jerez, existiendo testimonios de contemporáneos suyos en los que se alaban la maestría de Chacón al interpretar estos palos. En cuento a las siguiriyas, ya se ha comentado la discusión planteada sobre si el "sonío" de este palo en boca de Chacón era o no gitano, y las opiniones en uno y otro sentido con relación a este palo.
Es unánime opinión de autores, cantaores y de aficionados que oyeron a Chacón sobre el alto nivel de su arte alcanzado en la interpretación de malagueñas, granaínas y medias granaínas, cartageneras… En los cantes levantinos y malagueñas su impronta fue decisiva y a partir de sus interpretaciones de estos palos el sello de Chacón quedó como marca en la historio del cante. En cuanto al resto de los cantes Angel Alvarez Caballero afirma: "En todos los cantes que hizo dejó su huella don Antonio. Dio a la caña, seguramente, la forma definitiva, la que ha llegado hasta nosotros; añadió al polo los "ayes" que le caracterizan; fue genial intérprete de las serranas del Sota; revalorizó la milonga y la colombiana, ambos cantes de los llamados de ida y vuelta que había aprendido de Pepa de Oro, quien los había traído de las Américas". En cuanto a la soleá este mismo autor ha escrito: "En la soleá también Chacón estuvo bien, siguiendo la escuela gaditana de El Mellizo", significando esto que en este palo se alimentó de las enseñanzas del maestro de Cádiz. No obstante, Blas Vega puntualiza que "Chacón al llegar a Sevilla entró en contacto con el mundo de las soleares trianeras, volcando su preferencia hacia estos estilos". Esto unido a las soleares que aprendió en el Jerez de sus primeros años, hizo de Chacón un dominador de este palo. La familia de las cantiñas mereció también la atención de Chacón, aunque en una época ya avanzada de su carrera, concretamente cuando se trasladó a Madrid. De esta familia de cantes gaditanos hemos de destacar los caracoles que Chacón reformó, engrandeció y difundió.
En la figura de don Antonio Chacón se dieron cualidades de tipo artístico y cualidades de tipo humano a un nivel excepcional. Constituye uno de los pilares básicos del flamenco.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
Vida y cante de don Antonio Chacón.- José Blas Vega.- Ed. Cinterco, 1990
Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco.- Ed. Cinterco.- Madrid, 1990
Arte y Artistas Flamencos.- Fernando de Triana.- Madrid, 1935
Mundo y Formas del Cante Flamenco.- Rafael Molina y Antonio Mairena.- Revista de Occidente, Madrid 1963
Historia del Cante Flamenco.- Angel Alvarez Caballero.- Alianza Editorial,. Madrid, 1981
DISCOGRAFIA RECOMENDADA
Álbum de Oro, 1909.- Don Antonio Chacón
Don Antonio Chacón- 1913-1927.-La Cumbre de un Maestro. Sonifolk
Homenaje a Don Antonio Chacón.- Enrique Morente.- Hispavox, 1997
DON ANTONIO CHACON (Cartageneras)
DON ANTONIO CHACON (Granaína)
DON ANTONIO CHACON (Malagueña de Chacón) Guitarra: Ramón Montoya
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