lunes, 12 de septiembre de 2011

HISTORIA DEL FLAMENCO -Figuras señeras- Don Antonio Chacón (III)



FLAMENCO

HISTORIA DEL FLAMENCO

Don Antonio Chacón (III)

Después de la muerte de Silverio, en 1889, hecho que le afectó mucho, Chacón realiza una gira por toda España, en lo que puede considerarse su consagración definitiva como gran figura del cante. Cumplió su deseo de actuar en la capital de España, donde se presenta en el Café del Puerto y vuelve de nuevo a Sevilla como centro de su residencia.

La Sevilla entresiglos XIX y XX constituye la plataforma desde la cual Chacón enseñorea su arte. Desde allí proyecta su personalidad por toda Andalucía, participando incluso en funciones de teatro en las que se presenta como máxima figura. Estas actuaciones son esporádicas, ya que su arte donde se prodigaba más era en las fiestas privadas en las que era requerido por las más encumbradas personalidades de la sociedad sevillana de la época. Según Blas Vega: "Sevilla lo vio triunfar, Sevilla sabe de él como ninguna otra ciudad andaluza. Sevilla le acapara para deleitarse con su arte y él desde Sevilla parece gobernar el mundo del flamenco. Sevilla será la culminación esplendorosa y radiante de la labor artística del maestro en la primera década del siglo". No obstante esta situación privilegiada del cantaor en Andalucía da un giro importante ya que en 1912 Chacón se traslada a Madrid, donde encuentra a una parte de la alta sociedad capitalina deseosa de organizar reuniones flamencas. Su prestigio no se limitaba a Andalucía, se había extendido por toda España. Las juergas madrileñas de gran copete empezaron a organizarse en lugares tan conocidos como Fornos, Los Gabrieles y posteriormente Villa Rosa.

Puede decirse que Chacón fue la figura indiscutida entre todos los cantaores que por aquellos años se ganaban la vida con su arte en aquellos colmaos, de forma tal que cuando aparecía don Antonio todos quedaban supeditados a la voluntad del jerezano. No obstante, era conocida su fama de caballero y su generosidad, siendo normal el hecho repetido de las muchas noches que, después de terminada la fiesta en la que intervenía Chacón, se gastaba lo que había ganado con los compañeros que aquella noche habían sido menos afortunados. E incluso hacia de "señorito de fiesta" y pagaba para que le cantaran a él en la juerga que organizaba a continuación.

En el año 1922 se organizó el conocido Concurso de Canta Jondo en la ciudad de Granada a impulsos de Manuel de Falla y de Federico García Lorca. La finalidad del concurso era la de resaltar las cualidades del cante flamenco y Chacón fue nombrado presidente y asesor técnico del jurado encargado de seleccionar a los concursantes y, finalmente, de otorgar los premios. Dos años más tarde, con motivo de la visita de los Reyes de Italia Chacón canta en honor de los ilustres visitantes. La figura de don Antonio continuaba en la cúspide del arte flamenco.

Las fiestas flamencas de categoría se suceden, siendo la figura central el cantaor jerezano. No obstante, su salud flaqueaba desde hacia tiempo. Los excesos realizados, como consecuencia de su propia vida profesional le pasaron factura cuando aún no podía considerársele viejo. Su organismo en los últimos años de su existencia no le permitía afrontar el esfuerzo necesario para afrontar las largas noches de juerga. De ahí el obligado recurso de acudir al falsete para ejecutar su cante, hecho éste que tanto se le ha reprochado al cantaor y que se ha utilizado para infravalorar la calidad de su arte.

En 1928 firmó contrato para realizar una gira artística en el verano de dicho año, acompañado por un conjunto de grandes figuras del flamenco. Las condiciones económicas eran ventajosísimas, pero la salud del cantaor no era la adecuada para realizar un papel mínimamente decoroso. Efectivamente, en algunas de las ciudades visitadas Chacón fue abucheado y escarnecido. El Papa del cante había perdido toda su autoridad. No obstante, con motivo de la inauguración de la Casa de Velázquez en la Ciudad Universitaria, con asistencia de los Reyes de España, se solicitó a Antonio Chacón que interviniera en el acto, pero el cantaor declinó tal honor alegando que se encontraba enfermo. Era el mes de Noviembre de 1928. Su estado de salud se fue agravando rápidamente y el día 21 de enero de 1929 fallecía en su domicilio.

Horizonte Flamenco: El flamenco, historia, palos y protagonistas

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