HISTORIA DEL FLAMENCO -Figuras señeras- (Silverio Franconetti (I)
Su grito fue terrible
Los viejos
dicen que se erizaban
los cabellos,
y se abría el azogue
de los espejos.
El poeta recogió el sentimiento que fue transmitiendo el pueblo de la figura y el arte de Silverio, a partir de las vivencias de aquellos que llegaron a conocerlo. Los versos de García Lorca retratan las excelencias supremas del arte creado por la persona a la que se ha llegado a calificar "pontífice del cante flamenco". El reconocimiento de la grandeza de su arte ha sido unánime en el ámbito del flamenco.
En cambio, no ha sido tan unánime llegar a un acuerdo sobre la fecha de su nacimiento. Demófilo, autor de la primera biografía de esta gran figura del cante nos dice que: "Silverio Franconetti y Aguilar nació en Sevilla el 10 de Junio de 1931, bautizándose en la parroquia de San Isidoro, y fueron sus padres don Nicolás Franconetti, natural de Roma y jefe de las Guardias Balonas, y Doña María de la Concepción Aguilar, natural de Alcalá de Guadaira, y perteneciente a una de las familias más conocidas de dicha villa". Por su parte, José Blas Vega presenta como posibles años en los que vino al mundo el famoso cantaor los de 1829, 1831 y 1834. Recientemente, y según Daniel Pineda Novo, que aporta fotocopia de la partida de bautismo de Silverio, afirma que el lugar y fecha de nacimiento fueron Sevilla el día 6 de octubre de 1823.
Poco después de su nacimientos, los padres de Silverio se trasladaron a Morón. En dicho pueblo sevillano, según Demófilo, pasó el futuro cantaor su niñez estudiando en este pueblo las primeras letras y dedicándose al oficio de sastre, bajo la dirección de un hermano suyo, que hacia tiempo que tenia abierta una tienda". No obstante, su temprana afición al cante le hizo abandonar el camino que para su futuro le había señalado su madre, ya viuda; de ahí sus ausencias de la sastrería familiar y sus continuas visitas a la cercana fragua, donde podía oír a los gitanos que allí trabajaban, y donde conoció a la persona que influiría decisivamente en su futuro. "Fue en esta circunstancia —nos dice Demófilo— que el Fillo, asombro de las gentes, comenzó a ir con frecuencia a Morón y viendo a Silverio con tan felices disposiciones para el cante gitano, le animó a cultivarlo, fomentando así la insurrección de éste contra los deseos de su madre, reducidos a ver cuanto antes a su hijo, que cantaba ya más que un canario, ocupado exclusivamente en su oficio".
Poco se sabe de la actividad de Silverio en aquellos años de su juventud, ya que Demófilo, única persona que, conociendo a esta figura, ha dejado constancia escrita de retazos de su vida, se limita a decir que Silverio "después de pasar una temporada en Sevilla, pasó a Madrid, en cuya ciudad comenzó a dar conciertos, siendo uno de los iniciadores de esta afición". Y aquí se abre un gran paréntesis en cuanto al conocimiento de la vida de Silverio, que llega hasta la realización de su conocido viaje a América del Sur, del que Demófilo nos hace la siguiente descripción, tratando de explicar los posibles motivos de la decisión tomada por Silverio: "Invitado por aquella época, años del 55 al 57, a irse de sastre a Buenos Aires, no sabemos si por excitaciones de su familia, que acaso le veía con pena dedicado a la profesión de cantaor, tan ocasionada a peligros por las no buenas compañías que acarrea, bien fuera que cediese a las ventajosas proposiciones que le hicieran, bien que viese en aquel largo y aventurero viaje ocasión de adquirir un capital para dedicarse de lleno al desarrollo de su afición, bien, por último, que cediese a otros impulsos que no hacen al caso averiguar, lo cierto es que Silverio accedió a las invitaciones que le hicieron, embarcándose para Montevideo, donde permaneció ocho años".
Sobre el viaje a América de Silverio se han escrito muchísimas cosas. Demófilo, en su minibiografía, sobre la que venimos apoyando la descripción de la vida del famoso cantaor, se limita a consignar que sobre este aspecto no tiene noticias suficientes. No obstante, nos dice, que en aquellas lejanas tierras se ocupó Silverio en picar toros en los tiempos de paz y en "servir en los tiempos de guerra a los ejércitos de la República del Uruguay, donde llegó a obtener el grado de oficial". Blas Vega, remitiéndose a un artículo de Ricardo Rufino, recoge el testimonio de un nieto de Silverio en el que se atestigua que el cantaor también estuvo en Cuba ganando dinero.
Otra versión sobre los posibles motivos del viajes de Silverio Franconetti a América nos la ofrece Fernando Quiñones, que la recoge de Ricardo Molina , en las que relaciona el salto del Atlántico del cantaor con la ruptura de las estrechas relaciones que Silverio mantenía con la familia de El Fillo. Es sabido la protección y el encauzamiento que El Fillo tuvo con relación a la afición de Franconetti. La ruptura de estos estrechos lazos determinó la decisión de éste de un alejamiento temporal de la familia gitana. A su vuelta de América El Fillo había muerto y para Silverio este hecho significaba la ruptura del cordón umbilical que le había unido a la persona que lo inició en el cante. De ahí el interés que Silverio tendría en oír a El Nitri, sobrino de El Fillo y discípulo aventajado, al igual que Silverio, del genial gitano. Ello explicaría también la negativa sistemática de El Nitri a cantar delante de Silverio y que los seguidores de éste siempre han achacado al complejo de inferioridad de El Nitri con relación a aquél.
Los viejos
dicen que se erizaban
los cabellos,
y se abría el azogue
de los espejos.
El poeta recogió el sentimiento que fue transmitiendo el pueblo de la figura y el arte de Silverio, a partir de las vivencias de aquellos que llegaron a conocerlo. Los versos de García Lorca retratan las excelencias supremas del arte creado por la persona a la que se ha llegado a calificar "pontífice del cante flamenco". El reconocimiento de la grandeza de su arte ha sido unánime en el ámbito del flamenco.
En cambio, no ha sido tan unánime llegar a un acuerdo sobre la fecha de su nacimiento. Demófilo, autor de la primera biografía de esta gran figura del cante nos dice que: "Silverio Franconetti y Aguilar nació en Sevilla el 10 de Junio de 1931, bautizándose en la parroquia de San Isidoro, y fueron sus padres don Nicolás Franconetti, natural de Roma y jefe de las Guardias Balonas, y Doña María de la Concepción Aguilar, natural de Alcalá de Guadaira, y perteneciente a una de las familias más conocidas de dicha villa". Por su parte, José Blas Vega presenta como posibles años en los que vino al mundo el famoso cantaor los de 1829, 1831 y 1834. Recientemente, y según Daniel Pineda Novo, que aporta fotocopia de la partida de bautismo de Silverio, afirma que el lugar y fecha de nacimiento fueron Sevilla el día 6 de octubre de 1823.
Poco después de su nacimientos, los padres de Silverio se trasladaron a Morón. En dicho pueblo sevillano, según Demófilo, pasó el futuro cantaor su niñez estudiando en este pueblo las primeras letras y dedicándose al oficio de sastre, bajo la dirección de un hermano suyo, que hacia tiempo que tenia abierta una tienda". No obstante, su temprana afición al cante le hizo abandonar el camino que para su futuro le había señalado su madre, ya viuda; de ahí sus ausencias de la sastrería familiar y sus continuas visitas a la cercana fragua, donde podía oír a los gitanos que allí trabajaban, y donde conoció a la persona que influiría decisivamente en su futuro. "Fue en esta circunstancia —nos dice Demófilo— que el Fillo, asombro de las gentes, comenzó a ir con frecuencia a Morón y viendo a Silverio con tan felices disposiciones para el cante gitano, le animó a cultivarlo, fomentando así la insurrección de éste contra los deseos de su madre, reducidos a ver cuanto antes a su hijo, que cantaba ya más que un canario, ocupado exclusivamente en su oficio".
Poco se sabe de la actividad de Silverio en aquellos años de su juventud, ya que Demófilo, única persona que, conociendo a esta figura, ha dejado constancia escrita de retazos de su vida, se limita a decir que Silverio "después de pasar una temporada en Sevilla, pasó a Madrid, en cuya ciudad comenzó a dar conciertos, siendo uno de los iniciadores de esta afición". Y aquí se abre un gran paréntesis en cuanto al conocimiento de la vida de Silverio, que llega hasta la realización de su conocido viaje a América del Sur, del que Demófilo nos hace la siguiente descripción, tratando de explicar los posibles motivos de la decisión tomada por Silverio: "Invitado por aquella época, años del 55 al 57, a irse de sastre a Buenos Aires, no sabemos si por excitaciones de su familia, que acaso le veía con pena dedicado a la profesión de cantaor, tan ocasionada a peligros por las no buenas compañías que acarrea, bien fuera que cediese a las ventajosas proposiciones que le hicieran, bien que viese en aquel largo y aventurero viaje ocasión de adquirir un capital para dedicarse de lleno al desarrollo de su afición, bien, por último, que cediese a otros impulsos que no hacen al caso averiguar, lo cierto es que Silverio accedió a las invitaciones que le hicieron, embarcándose para Montevideo, donde permaneció ocho años".
Sobre el viaje a América de Silverio se han escrito muchísimas cosas. Demófilo, en su minibiografía, sobre la que venimos apoyando la descripción de la vida del famoso cantaor, se limita a consignar que sobre este aspecto no tiene noticias suficientes. No obstante, nos dice, que en aquellas lejanas tierras se ocupó Silverio en picar toros en los tiempos de paz y en "servir en los tiempos de guerra a los ejércitos de la República del Uruguay, donde llegó a obtener el grado de oficial". Blas Vega, remitiéndose a un artículo de Ricardo Rufino, recoge el testimonio de un nieto de Silverio en el que se atestigua que el cantaor también estuvo en Cuba ganando dinero.
Otra versión sobre los posibles motivos del viajes de Silverio Franconetti a América nos la ofrece Fernando Quiñones, que la recoge de Ricardo Molina , en las que relaciona el salto del Atlántico del cantaor con la ruptura de las estrechas relaciones que Silverio mantenía con la familia de El Fillo. Es sabido la protección y el encauzamiento que El Fillo tuvo con relación a la afición de Franconetti. La ruptura de estos estrechos lazos determinó la decisión de éste de un alejamiento temporal de la familia gitana. A su vuelta de América El Fillo había muerto y para Silverio este hecho significaba la ruptura del cordón umbilical que le había unido a la persona que lo inició en el cante. De ahí el interés que Silverio tendría en oír a El Nitri, sobrino de El Fillo y discípulo aventajado, al igual que Silverio, del genial gitano. Ello explicaría también la negativa sistemática de El Nitri a cantar delante de Silverio y que los seguidores de éste siempre han achacado al complejo de inferioridad de El Nitri con relación a aquél.
Silverio Franconetti "Documental" y "Seguiriyas de Silverio"
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