HISTORIA DEL FLAMENCO -Figuras señeras- Silverio Franconetti (III)
SIlverio Franconetti (III)
La personalidad de Silverio viene marcada con el sello del genio. Desde su más temprana juventud el impulso de su carácter le hizo adentrarse por un camino que no abandonó hasta el día en que dejó de existir. Con relación a su figura dejó escritas Fernando Quiñones estas bellas palabras: "Papel semejante al de "Paquiro" en la tauromaquia o, aventurando un poco más, al de Juan Sebastián Bach en la música clásica, se nos antoja el jugado por Silverio en la Edad de oro del Flamenco. Puente entre dos tiempos de ese arte, es Silverio quien amplia y sistematiza su futuro, conexionando el fecundo cuanto oscuro periodo arcaico, cuyos últimos tiempos vivió, con una nueva época en la que hacen posibles su disfrute, el conocimiento de sus formas y su acrecentamiento". En efecto, es de general reconocimiento que Silverio llevó a cabo un replanteamiento total del cante flamenco, sacándolo de los minoritarios ambientes gitanos y haciéndolo asequible a un público que, en aquella época, sólo conocía los géneros populares de la región andaluza.
Silverio fue un cantaor de los que en el cante se denominan "enciclopédicos", aquellos que conocen todos los palos y, al decir de Fernando el de Triana "El único cantaor que todo, absolutamente todo, lo cantó extraordinariamente bien". Demófilo, en las páginas finales de su clásica obra, recoge el repertorio de Silverio, recopilación de letras de sus cantes, que comprende polos y cañas, siguiriyas gitanas y serranas. Y Blas Vega se pregunta: "¿Dónde están las soleares de Silverio?", extrañándose de que un artista de su categoría no haya dejado huella en un estilo tan básico en el flamenco. Y el autor de la más completa biografía del genio sevillano se contesta a sí mismo: "No hay duda de que Silverio las cantó, como atestigua el repertorio de sus coplas recogidas por Demófilo, y algunas de ellas compuestas por el propio cantaor". Entonces ¿porqué no aparece en las historia del cante unas soleares de Silverio?. Blas Vega apunta a dos tipos de razones: La primera es que Silverio no podía tener dignos continuadores en este estilo y, por otra parte, debido a la delicadeza y poder de concentración de este estilo, el cantaor sacó menos soleares en su repertorio, con lo cual se propagarían menos. De todas formas, Blas Vega sugiere que probablemente la soleá apolá y la soleá grande fueron creaciones de Silverio. Precisamente apoya esta idea la referencia que de esta soleá apolá "al estilo de Silverio" hacen nombres tan caracterizados del mundo del flamenco como Fernando el de Triana y Ricardo Molina.
En cuanto a las siguiriyas, Silverio fue un verdadero maestro; es un palo donde se muestra como un genio del cante. Ángel Alvarez Caballero llega a decir a este respecto de Silverio: "Como sigueriyero parece que rompió moldes. Todos los moldes. "No obstante, tanto en estos como en los demás estilos interpretados por Silverio se plantea la controversia en cuanto a la originalidad de los cantes que hacía, señalando una rama de opinión como su fuente de inspiración a su maestro El Fillo, reconociendo como mérito de Franconetti la dulcificación de los cantes de su maestro. La polémica se agudiza cuando sale a relucir el cante por cabales, que siempre se ha considerado como gran creación personal de Silverio. Rafael Molina y Antonio Mairena atribuyen la creación de las cabales a El Fillo, llegando a denominar este cante como siguiriya de El Fillo: Las siguiriyas más populares de Francisco Ortega (El Fillo) que han llegado hasta nosotros se conocen con el nombre de cabales". Por su parte Blas Vega afirma que el tema de las cabales salió a colación en una fecha muy señalada en la historia del flamenco y fue precisamente para identificarlas con las siguiriyas de Silverio. Ocurrió en el concurso de Granada de 1922 y, según cuenta Edgar Neville, testigo de este lance, le tocaba actuar a El Tenazas y salió cantando por siguiriyas esta letra impresionante:
Ábrase la tierra
Yo no puedo más
que para vivir como estoy viviendo
prefiero esmerar.
Yo no puedo más
que para vivir como estoy viviendo
prefiero esmerar.
A Don Antonio Chacón se le saltaron las lágrimas y abrazó a El Tenazas.
—Pero ¿usted sabe lo que ha cantado?—le dijo.
Y El Tenazas tuvo una risita.
—¿Cómo no voy a saberlo?. Son las cabales que cantaba un maestro mío.
Y eran, en efecto, las cabales de Silverio, las tan traídas y llevadas cabales del gran cantaor, de quien había sido discípulo El Tenazas.
Y fue a partir de 1922, según nos dice Blas Vega, cuando se siguió hablando de las cabales de Silverio.
También Arcadio Larrea, desde otro ángulo, apoya la idea de que el creador de las cabales fue Silverio, al encontrar en el aire de la familia de las cabales ciertas formas de musicalidad americana, llegando a decir: "Silverio, como es sabido, pasó algunos años en América, concretamente en tierras del Plata; nada semejante sabemos de El Fillo, lo cual ciertamente no quiere decir imposibilidad de creación por su parte, sino mayor verosimilitud a la de Silverio".
ECOS ANTIGUOS -SILVERIO FRANCONETI Y EL GORDO DE CADIZ-
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