lunes, 4 de febrero de 2013

Diego Amaya Núñez "DIEGO EL CABRILLERO"



FLAMENCO

Diego Amaya Núñez


"DIEGO EL CABRILLERO"

DIEGO AMAYA NÚÑEZ, cantaor gitano, más conocido en este mundo del arte del cante flamenco con el nombre artístico de DIEGO EL CABRILLERO, nació en Utrera (Sevilla), en el año de 1944. Hijo de La Cabrillera, cantaora aficionada que destacó por bulerías. Es un gran admirador de Antonio Mairena, Fernanda y Perrate. Diego El Cabrillero destaca en los estilos más duros del acervo gitano-andaluz: soleares, siguiriyas, bulerías por soleá y tonás, y también en fandangos y tarantos, donde sigue la escuela de su tío Chocolate, con el que su voz guarda gran­des semejanzas
Diego Amaya Núñez es sobrino de Antonio Núñez "El Chocolate", a quien ciertamente recuerda por el temple de su voz, la forma de vocalizar y muchos de sus giros. Se formó en los ambientes familiares y oyendo a los grandes cantaores utreranos, como la Fernanda y la Bernarda de Utrera. Actualmente es la gran esperanza de Utrera de inscribir otro nombre importante en las glorias del cante.
Historia del Flamenco, Testimonios Flamencos, nos presenta en el  C.D.14 donde podemos escucharle en unos martinetes donde evoca a Chocolate y a Agujetas.
-El Arte de vivir el Flamenco-

Cuando la pureza cobra una extraña verosimilitud

Espacio Santa Clara. 28 de septiembre de 2012. Cante: Diego Amaya Núñez "El Cabrillero" y Tamara Aguilera. Guitarra:  Paco Cortés. Entrada: Lleno.
A veces, un cantaor dice muchas cosas antes de despegar los labios y proferir el primer quejío. Fue el caso, en la tarde de ayer, de Diego Amaya Núñez, El Cabrillero, que es cantaor hasta tomando asiento: la espalda recta, la cabeza ladeada hacia la guitarra, una mano apoyada en el muslo y la otra en vilo, entre las rodillas. Primero ese saber asentarse en escena, luego el cante gitano por derecho. 
El de Utrera, sobrino de ese portento jerezano conocido como Chocolate, una de sus influencias más confortantes, tiene una voz más fraguada en ambientes familiares que en la disciplina y el estudio. No siempre le acompañó la justa afinación, pero se entregó por completo, con momentos especialmente felices en los tarantos y en los fandangos. Fue, en resumen, uno de esos recitales en los que esa superstición flamenca que llamamos pureza cobra una insólita verosimilitud. 
Ignoro por qué motivo abrió El Cabrillero y cerró la joven de La Puebla del Río, Tamara Aguilera, pero lo cierto es que la cantaora defendió bien un repertorio en el que se acordó de Bernardo el de los Lobitos por malagueñas y sedujo a la concurrencia por seguiriyas, uno de sus palos fuertes. Una hermosa tarde de cante. 
-El Correo de Andalucía-
Diego Amaya Núñez nace en Utrera (Sevilla) en 1944. Se forma en los ambientes familiares y oyendo a los grandes cantaores utreranos, como la Fernanda y la Bernarda. Conocido en el mundo flamenco como Diego el Cabrillero -toma el nombre de su madre, La Cabrillera, cantaora aficionada-, este cantaor sigue la escuela de su tío Antonio Núñez “El Chocolate”, un referente para el él. Así, destaca en la interpretación por tarantos, bulerías, tonás, soleares y seguiriyas.
Diego el Cabrillero representa uno de los guardianes de la tradición gitana del Bajo Guadalquivir. Influenciado de manera radical por su tío Antonio Núñez Chocolate, este cantaor actualiza el legado del mítico jerezano añadiéndole los aires de Utrera que aprendió de niño oyendo a la Fernanda y la Bernarda. 
-La Bienal de Flamenco de Sevilla-

Diego El Cabrillero con Pedro Bacán por Seguiriyas
Diego El Cabrillero por Soleá
Diego El Cabrillero por Martinetes
Diego El Cabrillero con Pedro Bacán por Fandangos
Diego El Cabrillero  por Malagueñas
Diego El Cabrillero  (Recuerdos de mis gentes) -Fandangos-Malaueña-

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