martes, 3 de mayo de 2011

LOS PALOS Las malagueñas (III)



FLAMENCO

LOS PALOS

Las malagueñas (III)

Enrique "El Mellizo". Del cante de esta gran figura del flamenco se ha dicho por A. Mairena y R. Molina: "Su malagueña, conservada y transmitida principalmente por el maestro gaditano Aurelia Sellé, mantenedor supremo de la escualo gaditana, es si disputa la más flamenca que se conoce". De la misma opinión participan la mayoría de los especialistas del flamenco. En general, se reconoce que este cante de "El Mellizo" representa una verdadera evolución de la malagueña, que se aleja tanto de los cantes de Juan Breva, hasta tal punto que pueden considerarse como polos opuestos. En atinada opinión de Jorge Martín, dado que "El Mellizo" era solamente cuatro años menor que "Juan Breva"!, "resulta difícil concebir que ambos cantes hayan podido tener una aparición prácticamente simultánea".

A partir de la primitiva malagueña de "El Mellizo" su cante ha ido evolucionando, por obra y a impulsos de cantaores posteriores, t ha reencarnado en muchas versiones, de forma tal que es muy difícil el verdadero cante por malagueñas de "El Mellizo" cuando se escucha en algunas de sus versiones. De la malagueña de "El Mellizo" se distinguen por los especialistas el estilo corto del estilo doble de cante, con pocas diferencias melódicas entre ambos, ya que lo que las diferencia es la mayor cantidad de ayes intercalares entre los tercios que se dan en las segundas. Como ejemplo de letras de estilo doble está:

Este querer tuyo y mío
dime: ¿Dónde va a llegar?
Tú tratas de aborrecerme,
yo cada vez te quiero más.
Que Dios me mande la muerte.


Fosforito el Viejo (Francisco Lema Huller). De este estilo se ha dicho que constituye "una malagueña saturada de profunda melancolía y desarrollada en un plano de dulce musicalidad". Las malagueñas de "Fosforito" han permanecido casi desconocidas debido, seguramente, a que este cantaor no llegó a grabar nunca sus cantes. Fue contemporáneo de Chacón, su gran rival, y se ha dicho que es posible que se influyeran mutuamente en sus cantes. Fernando de Triana, en su conocida obra, nos dice: "Verdaderamente, entre Chacón y Fosforito, por aquella época, el último que cantaba ganaba, a pesar de ser sus cantes de muy distinto corte, pero ambos de extraordinario valor". El cante que más agradaba a Fosforito, al decir de Fernando el de Triana era la malagueña larga, y con respecto a este cante comenta: "Éste era el cante que hacia sudar al público, por creer que no podían llegar los pulmones del formidable cantaor a coronar el penúltimo tercio, que era de una esplendidez maravillosa por sus variadísimas modulaciones, tan raras como bien acopladas, y ésta era la copla motivo de las más grandes ocasiones:

Desde que te conocí
mi corazón llora sangre;
yo me quisiera morir,
porque mi pena es tan grande
y así no puedo vivir.



Don Antonio Chacón (Antonio Chacón Garcia). A Don Antonio Chacón se debe varios estilos de malagueñas; en su número no hay acuerdo entre los expertos. En lo que sí hay acuerdo es en lo que supuso el cante de Chacón respecto a las malagueñas como estilo del flamenco, y la malagueña con respecto a Chacón como cantaor. Unánimemente se considera que el genio jerezano alcanzó en estos cantes el nivel más elevado de su arte. En opinión de Ricardo Molina y Antonio Mairena: "El arte de Chacón y sus facultades personales encontraron en ellas (las malagueñas) su esfera propia".

Para José Blas Vega "decir Chacón en el cante por malagueñas es decirlo todo, pues él en ese cante fue su revolucionador, su jerarquizador, su mejor intérprete, su divulgador, su creador genial". Existen innumerables testimonios sobre el papel de Don Antonio Chacón en la evolución de la malagueña, y en todos ellos se reconoce lo que supuso la figura de este maestro del cante con relación al estilo y las variantes que él introdujo.

Como ya hemos dicho, no hay acuerdo entre los especialistas en cuanto a los estilos de malagueñas que Chacón creó. Jorge Martín Salazar dice que dejó impresionados cinco estilos y que, además, pueden atribuírsele, con las oportunas reservas, otros tres, que Chacón no llegó a grabar. No obstante, esto no pasa de ser una opinión personal, ya que Chacón, con su enorme talento musical, lo que hizo fue imprimir su personalidad en cantes por malagueñas que ya se hacían antes de cantarlos él. Hay expertos que cuestionan que todas las malagueñas que cantó, esos cinco estilos que se le dan como propios, hayan sido creaciones suyas. Y así, se dice que en algunos intentó "plasmar algo" de Enrique el Mellizo, en otros que procedían del estilo de la Trini, incluso que plagió malagueñas del maestro Ojana y de El Canario. Sea como fuere lo cierto es que el arte, la personalidad y la figura de Don Antonio Chacón han quedado unido a las malagueñas y a otros muchos cantes del arte flamenco español. Antes, ahora y para siempre.

Horizonte Flamenco: El flamenco, historia, palos y protagonistas

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