LOS PALOS Tangos y tientos (I)
FLAMENCO
LOS PALOS
Tangos y tientos (I)
Los tangos son cantes con copla de cuatro y, a veces, tres versos octosílabos. Es uno de los estilos básicos del flamenco, aunque su aparición histórica es bastante tardía si los comparamos con otros cantes.
¿Cual es el origen de los tangos flamencos?. Existen distintas hipótesis. Ricardo Molina y Antonio Mairena, en su conocida obra, expresa que ignoran la fecha de la aparición de los tangos, aunque afirman que "en Triana siempre se cantó por tangos para bailar". Lo mismo ocurría en Cádiz, según estos autores, aventurando como fecha de su origen los años finales del siglo XIX, siendo probablemente los antiguos cantes de jaleo y demás coplas para bailar la prefiguración de los actuales cantes por tangos.
Según José Blas Vega la palabra tango aparece por primera vez en un curioso manuscrito cual es "Apuntes para la descripción de la ciudad de Cádiz, escritos por D. F. Sisto. Año 1814. Cap. XIV. "Bailes de Cádiz". En el citado documento se pone de manifiesto que el tango tiene presencia en las fiestas populares gaditanas.
Los comentarios de Charles Davillier a su viaje por España, en el año 1862, hacen mención a una joven gitana que bailó el tango americano "con extraordinaria gracia". Y comenta Davillier : "El tango es un baile de negro que tiene un ritmo muy marcado y fuertemente acentuado. Puede decirse otro tanto de la mayor parte de los sones que tienen su origen igual y principalmente en la canción que comienza por estas palabras: ¡Ay, que gusto y que placer!, canción que desde hace unos años es tan popular como el tango...".
Manuel García Matos creía que los comentarios de Davillier era la primera noticia en que se daba a conocer el tango en esos momentos en que esta copla se introducía en el cante flamenco. No obstante José Blas Vega aporta por su parte una referencia anterior, referida a la antigüedad del tango flamenco; en concreto una edición de 1847 de la zarzuela andaluza de Francisco Sánchez del Arco titulada "¡Es la chachi!", en la que figuran estos versos:
"Y no cambio los tesoros
de tanta nación polilla
por mis tangos de Sevilla
y mis corridas de toros,
mi Jerez y manzanilla"
de tanta nación polilla
por mis tangos de Sevilla
y mis corridas de toros,
mi Jerez y manzanilla"
En base a lo anterior Blas Vega afirma: "Y nos consta que ésta es la época en la cual el tango adquiere su autenticidad flamenca, puesto que el Diccionario de la Real Academia Española de 1832 no lo define todavía y sí lo hace el de 1852".
Por su parte Angel Alvarez Caballero afirma que no está de acuerdo con la seguridad expresada por Blas Vega, haciendo una matización de los argumentos anteriores en los términos siguientes: "Aunque los autores refieran esto al tango como cante flamenco creo que lo hacen un poco por su cuenta y riesgo, pues en el texto nada especifica y muy bien pudiera aludir sólo al baile, y aún en este caso ni siquiera puede asegurarse que fuera ya al baile por tangos precisamente flamenco, y no a alguna forma previa inserta en el folclore de la época". Los argumentos de Alvarez Caballero se aproximan al planteamiento de Ricardo Molina y Antonio Mairena, expuesto anteriormente, sobre los jaleos y coplas para bailar como antecedente del cante por tangos flamencos.
Otra de las variadas teorías sobre el origen de los tangos flamencos sostiene que tienen su origen en el tango hispano-americano, posición ésta que Molina y Mairena rechazan de plano. También Manuel Ríos Ruiz se opone a esta idea ya que, según este autor, se llega a presentar la prevalencia de la teoría suramericana "sin tener en cuenta en lo concerniente al tango flamenco, la esencial idiosincrasia bajo-andaluza de su contenido en todos los órdenes: compás, entonación y temática de sus coplas". Por el contrario el profesor García Matos y Arcadio Larrea son defensores del origen americanista de los tangos flamencos, llegando a afirmar el último de estos autores lo siguiente: "El tango americano llegó a Cádiz proveniente de La Habana, y aquí los gitanos se apoderaron de él, aflamencándolo en un proceso ya conocido por repetido". En definitiva, la incógnita sobre el origen de los tangos flamencos continua sin despejarse.
La aclimatación flamenca del tango se la sitúa predominantemente en Cádiz, Jerez y Triana y continuando por la costa gaditano-mediterránea llega hasta Málaga. No obstante no deben dejarse de citar los tangos de otros puntos geográficas como pueden ser Granada, Jaén e incluso Extremadura.
En el cante por tangos el sello personal del cantaor ha marcado de forma importante este palo y así Enrique El Mellizo se nos presenta como creador de tangos, junto a los también gaditanos Aurelio Sellés e Ignacio Ezpeleta. Por la Sevilla trianera El Titi y La Niña de los Peines (la mayor divulgadora de este cante), junto a Vallejo, Matrona y Antonio Mairena. Por Jerez, además de Manuel Torre, que en este como en otros cantes dejó retratada su personalidad, hay que citar a Frijones. En Málaga se produce una eclosión de estilos personales de tangos como son los de El Piyayo, La Prirula y La Rapompa, entre otros. En Granada es el Sacromonte el lugar de cultivo de este cante, con estilos como los tangos del camino, los canasteros y los merengazos. También en Jaén se cantan tangos canasteros y tangos de La Carlotita. Por último, Extremadura aporta creadores de tangos como Juan Cantaro y Porrinas de Badajoz. Y con esto no queremos decir que se cierra la lista de creadores de este cante.
Los tangos era un estilo muy solicitado en los cafés cantantes de la época dorada del flamenco, allá por el fin del siglo XIX y principio del XX, hasta tal punto que a un cantaor de la talla de Manuel Torre se le anunció como "cantaor de tangos" en su debut en Sevilla.
Actualmente los tangos forman parte del repertorio de la mayor parte de los cantaores, siendo un cante abierto a a la evolución y en el que constantemente se han producido intentos de renovación.
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