jueves, 7 de junio de 2012

Muerte del padre de la Niña de los Peines, el famoso ‘Paíti’


                                                      Arturo, el hermano mayor de Pastora.

Muerte del padre de la Niña de los Peines, el famoso ‘Paíti’


Manuel Bohórquez
El problema de copiar de los libros es que copias no solo los datos contrastados, veraces, sino también los posibles errores. Y así nos luce el pelo en cuestiones de flamencología. Cuando en 1999 la editorial sevillana Signatura Ediciones me hizo el encargo de escribir la primera biografía de la Niña de los Peines (La Niña de los Peines en la Casa de los Pavón, 2000), la única condición de la citada editorial es que debía entregarles el libro en seis meses. Disponía de abundante documentación para empezar la magna obra, pero tuve que buscar el resto de la que necesitaba y, finalmente, escribir el libro. Todo en seis meses. La obra recibió el Premio Flamenco hoy como Mejor Libro Flamenco del año y tuvo una magnífica acogida entre los aficionados, pero era incompleta. Tuve que documentarme en las cuestiones familiares a través de la hija de Pastora, Tolita, que en paz descanse, y de Eloísa Albéniz, la mujer del hermano mayor de La Niña, Arturo Pavón, que también murió hace años. Eran ya dos personas muy mayores y, aunque me ayudaron mucho, lo cierto es que me confundieron bastante. Suele pasar. Publicado ya el libro seguí investigando sobre los Pavón para cuando pasaran a mí los derechos, en el 2010, sacar una nueva edición ampliada y corregida en mi propio sello editorial, Pozo Nuevo Editor. Cuando tenía prácticamente acabada esa nueva edición apareció otro libro sobre la genial artista, de una autora que seguramente conocen. La autora de este libro no solo copió datos erróneos, sin contrastarlos, sino que reprodujo decenas de fotografías, casi todas las que aparecieron en mi libro, que yo mismo cedí al Centro Andaluz de Flamenco en formato de diapositivas. Naturalmente, después de salir este libro de cerca de seiscientas páginas desistí de la idea de reeditar el mío para aportar todo lo que faltaba en aquella primera edición del 2000.
Pasdtora con su hermano Tomás y su marido, El Pinto.
Pastora con su hermano Tomás y Pepe Pinto.
Podría hacerlo ahora y tirar por tierra esa obra plagada de errores, con pies de fotos equivocados y falsedades lamentables, pero no es mi estilo. Lo que sí voy a hacer es aclarar algunas cosas de la vida de la artista y aportar datos necesarios sobre su familia, que me parecen importantes. Por ejemplo, la verdadera fecha de la muerte del padre de la Niña de los Peines, Francisco Pavón Cruz, El Paíti. Hasta ahora siempre se había asegurado que murió cuando Pastora era solo una niña, de ahí que su madre la pusiera a cantar tan pronto, con diez o doce años de edad. Fue lo que me contó su hija Tolita. Sin embargo, es hora de desmentir esa información y de decir que el padre de la Niña de los Peines murió cuando la cantaora tenía ya 25 años y era la primera figura del cante en España, con una buena producción de discos y mucho dinero en el banco. El Paíti murió el día 10 de enero de 1915, de neumonía crónica, en su domicilio de la calle Alameda de Hércules, en el número 41. Tenía 61 años y llevaba mucho tiempo sin poder mantener su casa debido a un accidente que sufrió cuando trabajaba en la construcción de un puente en la monumental ciudad extremeña de Mérida.
Enterramiento de Francisco Pavón Cruz 'El Paíti'. 11 de enero de 1915.
Enterramiento de Francisco Pavón Cruz 'El Paíti'. 11 de enero de 1915.
El Paíti, pues, estuvo al lado de su hija desde sus comienzos, en las grabaciones de sus discos y en sus actuaciones, cuando debutó en el Café del Brillante de Madrid y cuando, años más tarde, protagonizaba aquellos históricos mano a mano con Chacón en los teatros de Sevilla. Fue testigo directo de la meteórica carrera de su célebre hija y sufrió junto a ella sus primeros desengaños amorosos, sus frustraciones y miserias. Pero también disfrutó de sus éxitos y pudo vivir sus últimos años con la tranquilidad económica que le aseguraba el estatus de una de las primeras estrellas de la música andaluza: su Pastorita, como él la llamaba. Cuando murió don Francisco Pavón Cruz, El Paíti, que había nacido en El Viso del Alcor (Sevilla) en 1853, su hija le organizó un entierro de primera categoría, en primera clase, algo prohibitivo para los pobres en aquellos años, y mucho más para los gitanos. Siete años más tarde, Pastora perdió a su madre, Pastora Cruz Vargas, Pastora la de Calilo, la amada esposa de El Paíti. Y su prima hermana, por cierto. La Niña de los Peines también la enterró en primera clase, como merecía quien dio la vida por ella y sus hermanos. Los padres de la artista descansan hoy juntos en el panteón familiar del Cementerio de San Fernando de Sevilla, que está al lado de Juan Belmonte y enfrente de Gitanillo de Triana, cerca de donde también descansan El Espartero y el gran Joselito el Gallo. En ese panteón están también los restos de Tomás y su esposa, la gitana Reyes Bermúdez Camacho, además de Pastora y El Pinto. Y los de Arturo, en la misma tumba donde descansan los de su hija Pastora, que murió a la edad de 19 años.

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