El Café de la Loba

FLAMENCO

El Café de la Loba

Razón tienen los autores de esta obra (Eugenio Rioja y David Zaafra) en su queja de que siempre se ha considerado por los flamencólogos el "triángulo originario del arte flamenco" (con vértices en Cádiz, Sevilla y Ronda) como objeto preferido de su atención, dejando en el olvido la importancia flamenca de otras zonas andaluzas y no andaluzas.

En Málaga y en su entorno existieron los cafés cantantes, al igual que en Sevilla, Cádiz o Jerez, pero no se les ha prestado la atención que se ha dedicado al ámbito del famoso "triángulo". La obra que comentamos ha venido a corregir esa falta.

El inicio de los cafés cantantes en Andalucía se produce a mediados del siglo XIX y se extiende hasta los años veinte del siglo siguiente. El éxito de estos cafés fue completo y, en lo que se refiere a Málaga, existieron algunos que merecen ser situados en la historia del flamenco. Quizá el más emblemático, según los citados autores, fue el Café de Chinitas. Allí actuaron flamencos como El Canario, Manuel Torre, La Rubia, Chacón... También fue sitio de acogida del arte flamenco el Café del Sevillano, escenario del lanzamiento profesional de Juan Breva. La obra trata del corregir la omisión histórica, dentro del mundo flamenco, de algunos de estos establecimientos malagueños que tuvieron influencia en el mundo flamenco de su tiempo.

Con relación al café que da nombre a la obra, estaba situado en la Plaza de la Constitución, lugar en el que llegaron a existir hasta cuatro cafés: el del Turco, el de España, el de La Loba y el de La Lobilla o El Porvenir. El Café de La Loba fue uno de los más antiguos de Málaga. Richard Ford, que estuvo en España entre l830 y l833, ya mencionaba este café en su obra "Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa". Este café perduró hasta principios del siglo XX.

El libro que se comenta recoge multitud de anécdotas y sucedidos en los cafés malagueños de aquella época, que constituyen un importante trozo de la historia del flamenco. La lectura de todo lo que en la obra se nos cuenta es de gran interés para el aficionado. En sus páginas, además, se recogen gráficamente imágenes de personajes que pasaron por los cafés cantantes malagueños realizadas por ese poeta gráfico del flamenco que es David Zaafra.

El rostro venerable de El Piyayo, la mirada perdida de Juan Breva e igualmente los rostros de figuras tan representativas como La Parrala, El Nitri, La Trini, Fosforito, La Serneta, Chacón, Niña de los Peines... enriquecen la obra que comentamos y de la que recomendamos su lectura y su contemplación a todo buen aficionado. Enhorabuena.                                                                     -Horizonte flamenco-