viernes, 16 de diciembre de 2011

BIOGRAFÍAS JONDA-MANUEL VALLEJO-



FLAMENCO

Manuel Jiménez Martínez 

"MANUEL VALLEJO"

El cantaor Manuel Jiménez Martínez de PinilloManuel Vallejo de nombre artístico, nació en Sevilla el 30 de octubre de 1891 y murió en la misma ciudad el 7 de agosto de 1960. Se inició en reuniones privadas y cafés cantantes de su ciudad natal. En 1919 participó en el homenaje que se le ofreció a “El Portugués” en el Salón Variedades sevillano. Su popularidad fue alcanzada a lo largo de los años veinte y treinta en los que realizó muchas grabaciones discográficas y forma parte de elencos en gira por toda España, entre las que destacan las siguientes actuaciones: su debut en el teatro madrileño de La Latina en 1924; en 1925 obtiene la copa del Teatro Pavón, en dura competencia con Pepe Marchena, cuya entrega le hace Don Antonio Chacón: al año siguiente, en desagravio porque el mismo trofeo fue entregado a Manuel Centeno, se prepara para el día 5 de octubre, una sesión en la que Manuel Torre le hace entrega de la Llave de Oro del Cante; días más tarde actuaba en el Circo Price.
Durante el año 1927 y parte de 1928 se lo disputaban los locales madrileños hasta que sale a provincias con el espectáculo Solemne fiesta andaluza que encabezaba Don Antonio Chacón seguido del propio Vallejo y, tras de éste en cotización económica, Niña de los Peines, José Cepero, Ramón Montoya, El Estampío, Frasquillo, La Quica y otros varios. Muerto Chacón, Vallejo encabezó espectáculos de ópera flamenca con los que se mantuvo en carteles hasta 1936. Pasada la guerra civil, siguió actuando en distintos elencos y en 1950 encabezó el espectáculo El sentir de la copla. Permaneció haciendo giras hasta 1954, aproximadamente. Aunque sus cantes que más viva memoria han dejado son las granaínas, bulerías, seguiriyas y fandangos, Vallejo dejó clara y brillante constancia en numerosísimos discos de cantaor general y superdotado de facultades canoras.
En la época de Manuel Vallejo, el cante, en un proceso de aburguesamiento iniciado por Chacón, adquiere unas valoraciones líricas de las que el divo sevillano es su máximo representante. Pero no solamente el cante de Vallejo es una bella aria, sino que su voz, sus palmas, sus tacones –también bailaba en el frenesí soberano de la fiesta- acometían el compás de las bulerías y otros cantes rítmicos, como los tangos o fandangos en una gama riquísima de aires, con una técnica perfecta. Su voz, por otra parte, ejecutaba virtuosismos de poder a poder.
-Ateneo de Códoba-

BIOGRAFÍAS JONDA-MANUEL VALLEJO- 1/2

BIOGRAFÍAS JONDA-MANUEL VALLEJO- 2/2

Difusión del Patrimonio D`aquí.
                                                            

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