FLAMENCO
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Los recitados sin melodía propios del carnaval gaditano, acompañados de una base rítmica flamenca, por tanguillos, rumbas o por bulerías, dieron lugar, mediado el siglo XX a recitados míticos, como los de Lola Flores (¡Treinta mil setecientos cincuenta…! ¡Cómo me las maravillaría yo!), antesala del hip-hop. Pero desde antiguo el declamador ha tenido una presencia importante en toda clase de espectáculos, incluido el flamenco. Artistas como Manolo Caracol, Pepe Marchena, Valderrama o, más cercanamente, El Lebrijano, introdujeron sus espectáculos y grabaciones declamadores; gente como Pepe Pinto se bastaron de ellos mismos para intercalar recitados en sus piezas flamencas. Es más, casi todo declamador requirió un bajañí a su lado para decir, a veces, poemas que nada tenían que ver con el fondo musical. La voz flamenca para la poesía fue la de Gabriela Ortega; aquí traemos unos clásicos.
Hay una forma de recitar a lo flamenco; a compás y con dejillo. Nadie dijo jamás la poesía taurina como Gabriela Ortega Gómez (Sevilla, 15/8/1915 – Sevilla 11/8/1995). De casta le viene; por sus venas corría sangre flamenca y torera de mucha alcurnia – Los Gallos, Caracol…- Ahí están la voz, los tacones y los pitos de Gabriela, diciendo un poema del admirado Manuel Benítez Carrasco con todo su cuerpo y alma. ¡A ver quién es el valiente que se pone delante!
-Flamenco de la A a la Z-
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Etiquetas: Estilos modernos / Recitado
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