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Se conocen en Sevilla desde 1862, dato localizado por José Luis Ortiz Nuevo, siendo malmiradas por "pueblerinas". Sin embargo, esas saetas no se parecían en nada a la saeta flamenca. Se trataba más bien de jaculatorias que parecen esconder reminiscencias musicales judías. Así en pueblos como Marchena, cuyo tesoro saetero antiguo es incomparable, Puente Genil y muchas localidades que tuvieron población judía, aún se conservan algunas de las hoy llamadas "saetas viejas". Tras la prohibición de 1876, regresarán adaptadas por voces flamencas, sobre todo desde el sevillano barrio de La Macarena. Muchos abogan, no obstante, por atribuir la creación de la saeta flamenca a Enrique el Mellizo. Comenzaba entonces la historia del cante por saetas, con coplas más naturalistas, más directas, y escritas con "requiebros andaluces" por los flamencos. Ya en los 90 el cante por saetas es un hecho a partir de estilos como los martinetes, la carcelera (ver) o la seguiriya. Por saetas destaca el arte de Manuel José Jiménez Centeno, Manuel Centeno (Sevilla, 11/10/1885 - Cartagena, Murcia, 16/8/1961), considerado el creador de la saeta que hoy conocemos. Así mismo es obligatorio enaltecer el cante que nos dejó Rafael Ramos Antúnez, Niño Gloria (Jerez de la Frontera, Cádiz, 27/4/1893 - Sevilla, 11/2/1954), verdadero fuera de serie también por saetas, sin olvidamos de Manuel Torre y Antonio Chacón- que llegó a grabar ejemplos en cilindros de pizarra.
Una de las primeras saeteras que conquistó la fama fue la Niña de la Alfalfa, cuyo lírico estilo asume con flamenca intención Carmen Linares. Seduce en la introducción Rafael Riqueni del Canto (Sevilla, 16/8/1962), en su adaptación a guitarra de la marcha "Amarguras", himno oficioso de la Semana Santa de Sevilla, de la que se recogen sonidos reales. El cante de Carmen nos sumerge en las entrañas del estilo saetero, con el sentido que otorga a cada tercio.
Para ser buen saetero una de las condiciones sine qua non es la de tener gran voz para hacerse escuchar entre el gentío. En esto La Paquera no encontró competencia. El carácter eminentemente melismático de estos cantes encuentran en la voz flamenquísima de La Paquera el timbre y calidad ideales para ser interpretados con fidelidad. Como ella, algunos de los mejores saeteros jerezanos fueron: Manuel Torre y El Gloria.
-Flamenco de la A a la Z-  |
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