miércoles, 2 de marzo de 2011

LOS PALOS La Liviana


FLAMENCO

LOS PALOS

La Liviana

Etimológicamente se llama liviano a lo superficial, intrascendente, ligero. ¿Quiere decir ello que, siguiendo su etimología, la liviana es un cante superficial y de poco peso específico? Para Molina y Mairena su liviandad es algo relativo. Aisladamente considerada, la liviana no es un cante, ahora bien, si la comparamos con la siguiriya, el cantre por livianas tenga que asumir este nombre, debido a la menor fuerza dramática que necesita la interpretación de este palo.

Según el diccionario, liviano es el asno que va delante de la recua. También la liviana, como forma estilística, hacía antiguamente como elemento preparador del cante. En efecto, los cantaores antiguos llamaban "cantar con guía" a empezar el cante por un palo más suave y sencillo, en este caso la liviana, para después continuar con otros estilos de más dificultad, casi siempre la serrana, para terminar con un poderoso macho que frecuentemente era la siguiriya de cambio de María Borrico.

La liviana es un cante con copla de cuatro versos, primero y tercero heptasílabos, segundo y cuarto pentasílabos, con rima en los pares. Según Blas Vega "es un cante estrechamenrte emparentado con la siguiriya, como lo demuestrra su compás, aunque su melodia y sus letras recuerdan a la serrana". La liviana raramente va separada de la serrana. Se ha escrito que "la existencia histórica de las livianas debió de ser la de un cante "ad látere". Su condición de satélite de las siguiriyas, por una parte, y de introductor a las serranas por otra, la situó en una encrucijada muy poco favorable. Las livianas ya no son siguiriyas y todavia no son serranas. El suyo es un ser de pura transición" (Molina y Mairena).

Las letras de la liviana recuerdan a las de la serrana, pues tratan del campo, de los caminos...:

¿A donde van esos machos
con campanillas?
Son de Pedro Lacambra
van para Sevilla.

Y también:

Ventanas a la calle
son peligrosas
"pa" las madres que tienen
sus hijas mozas.

Al igual que a la mayoria de los cantes flamencos a la liviana se la empieza a conocer hacia la mitad del siglo XIX. Posiblemente empezara a cantarse sin guitarra al igual que las tonás y así se exigió su interpretación en el Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922. Quizá por esto ha llegado a creeerse que la liviana fué en su origen una toná. Esta fué la conclusión a que llegó Antonio Mairena y ello le hizo investigar en este sentido y ofrecer un modelo de livianas en el que apoyaba su versión.

El único cantaor que figura en la historia del flamenco como intérprete de livianas es Juanelo de Jerez, personaje que sirvió a Machado y Alvarez (Demófilo) de mentor en sus escritos flamencos.Desde esa fecha este estilo no se volvió a realizar hasta que el cantaor Pepe el de la Matrona lo rescató del olvido. Posteriormente Antonio Mairena renovó y actualizó este cante.Se ha dicho que Garcia Lorca encontró allá por el año 1922, precisamentre el mismo año que el del Concurso de Cante Jondo, a una vieja ciega que pedia limosna en el Albaicín de Granada y que era la única que empezaba las serranas cantando previamente la liviana.

En realidad ha sido siempre un estilo poco interpretado. No obstante el engrandecimiento realizado con la liviana por los cantaores modernos situaron a estre estilo en un lugar del flamenco que de ser un cante de inicio ligado a la serrana la convirtieron en cante con autonomia propia que a veces, raramente, se escucha a las nuevas figuras.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco.- Ed. Cinterco.- Madrid, 1988
Historia del Cante Flamenco.- A. Alvarez Caballero.- Alianza Ed. - Madrid, 1981
Mundo y Formas del Cante Flamenco.- A.Mairena y R. Molina.- Revista de Occidente.- Madrid, 1963

DISCOGRAFÍA RECOMENDADA
Magna Antología del Cante Flamenco.- Hispavox, 1982
Por Livianas y Serranas.- Hispavox 1992.
-Horizonte flamenco-

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