LOS PALOS La toná
FLAMENCO
LOS PALOS
La toná
Es un estilo de cante al que no le acompaña la guitarra ni ningún otro instrumento musical, se canta "a palo seco", en expresión flamenca.Se considera a las tonás como el origen en la historia de la formación de los cantes flamencos, siendo su antecedente inmediato los romances; a su vez parece que es de general aceptación por los expertos y estudiosos del tema que las tonás constituyen el germen que, en la primera época del cante, dió origen posterior y paulatinamente al desarrollo de los diversos estilos del flamenco.
En realidad, bajo el nombre de toná se agrupan una serie de cantes que se realizan sin acompañamiento y que se conocen con el nombre de "martinetes", "carceleras, "deblas" y las propias tonás que, a la vez, pueden subdividirse en "toná grande" y "toná chica", según la extensión de sus tercios. Se ha considerado por los estudiosos del cante flamenco que los "martinetes" eran el tipo de toná que se cantaba en la fragua del herrero, y de ahí su nombre.; de la misma manera, la "carcelera" se considera la toná de las prisiones, siendo la "debla" el tipo de toná más enigmática.
A José Blas Vega pertenece un importante estudio sobre las tonás y este autor cree que se comenzaron a cantar hacia el año l770, referenciando la publicación sevillana de mediados del siglo XIX "La Enciclopedia", donde se recoge la opinión de que "en los cafés ya no se cantan ordinariamente las deblas, tonás y livianas que tan en voga estuvieron el siglo pasado". El propio "Demófilo", en su "Colección de Cantes Flamencos" nos dice: "Las tonás y livianas, como los martinetes y las deblas, que son cante antiguo y apenas hay quién se atreva a meterles el diente, se cantan sin guitarra", y hay que tener en cuenta que este comentario se hace en el año 1881, fecha de publicación de la obra citada. Precisamente en el último tercio del siglo XVIII vivió en Jerez Tio Luis el de la Juliana, considerado como el primer cantaor que figura en los antecedentes históricos del cante flamenco, y al que se tiene como el primer y gran especialista en el cante por "tonás".
Se considera por José Blas Vega que los focos geográficosde las tonás fueron Jerez de la Frontera y el barrio sevillano de Triana, siendo a su juicio este último lugar el de mayor importancia, porque en él se conservó este cante en su forma más pura,siendo Jerez de la Frontera y Cádiz los lugares donde se fué produciendo la transformación o evolución progresiva de las tonás en seguidillas.
Muchas han sido las especulaciones de los especialistas sobre el número de tonás flamencas que existieron en la época de su mayor realce, oscilando entre un número máximo de treinta y tres, número que se asocia a la leyenda gitana que las hacia coincidir con la edad de Cristo, hasta las tres a que quedaron reducidas las tonás en los últimos años: toná grande, toná chica y toná del Cristo. Entre ambos extremos, Demófilo en su conocida obra ya citada, relaciona hasta veintiseis tonás, nombrando junto a cada una de ellas los cantaores o cantaoras que las interpretaban, con excepción de las cuatro tonás tristes que figuran en la relación sin nombre propio; en la lista resalta el nombre de Tio Luis el de la Juliana como especialista o mejor intérprete de las tonás del Cristo, de los Pajaritos y de la toná Grande.Por su parte Blas Vega asevera que ha llegado a comprobar entre viejos cantaores y aficionados, que en la época de Silverio se habla de las diecinueve tonás que el famoso cantaor interpretaba y que fueron conservadas por Don Antonio Chacón. La realidad es que hoy en dia se conocen sólo las tres tonás que hemos citado anteriormente, siendo considerada la más importante, por su dificultad de interpretar, la toná grande, que dice:
Por los expertos se encarece la importancia que en la conservación y revalorización de las tonás tuvo Don Antonio Chacón, gran maestro y especialista en este cantge que, al parecer lo conoció a través de Manuel Molina.
La línea melódica de todas las tonás es idéntica, diferenciandose entre ellas por sus letras y el cantaor que las interpretaba, de ahí la relación de nombres con que Demófilo describe los tipos de tonás que le transmitió Juanelo. Al decir de Antonio Mairena y Rafael Molina "las tonás tienen todas una música triste, que recorre la gama patética, desde el abatimiento oscuro y la fatal resignación hasta la desesperación más violenta y sombria (Mundo y Formas del Cante Flamenco).
-Horizonte flamenco-
En realidad, bajo el nombre de toná se agrupan una serie de cantes que se realizan sin acompañamiento y que se conocen con el nombre de "martinetes", "carceleras, "deblas" y las propias tonás que, a la vez, pueden subdividirse en "toná grande" y "toná chica", según la extensión de sus tercios. Se ha considerado por los estudiosos del cante flamenco que los "martinetes" eran el tipo de toná que se cantaba en la fragua del herrero, y de ahí su nombre.; de la misma manera, la "carcelera" se considera la toná de las prisiones, siendo la "debla" el tipo de toná más enigmática.
A José Blas Vega pertenece un importante estudio sobre las tonás y este autor cree que se comenzaron a cantar hacia el año l770, referenciando la publicación sevillana de mediados del siglo XIX "La Enciclopedia", donde se recoge la opinión de que "en los cafés ya no se cantan ordinariamente las deblas, tonás y livianas que tan en voga estuvieron el siglo pasado". El propio "Demófilo", en su "Colección de Cantes Flamencos" nos dice: "Las tonás y livianas, como los martinetes y las deblas, que son cante antiguo y apenas hay quién se atreva a meterles el diente, se cantan sin guitarra", y hay que tener en cuenta que este comentario se hace en el año 1881, fecha de publicación de la obra citada. Precisamente en el último tercio del siglo XVIII vivió en Jerez Tio Luis el de la Juliana, considerado como el primer cantaor que figura en los antecedentes históricos del cante flamenco, y al que se tiene como el primer y gran especialista en el cante por "tonás".
Se considera por José Blas Vega que los focos geográficosde las tonás fueron Jerez de la Frontera y el barrio sevillano de Triana, siendo a su juicio este último lugar el de mayor importancia, porque en él se conservó este cante en su forma más pura,siendo Jerez de la Frontera y Cádiz los lugares donde se fué produciendo la transformación o evolución progresiva de las tonás en seguidillas.
Muchas han sido las especulaciones de los especialistas sobre el número de tonás flamencas que existieron en la época de su mayor realce, oscilando entre un número máximo de treinta y tres, número que se asocia a la leyenda gitana que las hacia coincidir con la edad de Cristo, hasta las tres a que quedaron reducidas las tonás en los últimos años: toná grande, toná chica y toná del Cristo. Entre ambos extremos, Demófilo en su conocida obra ya citada, relaciona hasta veintiseis tonás, nombrando junto a cada una de ellas los cantaores o cantaoras que las interpretaban, con excepción de las cuatro tonás tristes que figuran en la relación sin nombre propio; en la lista resalta el nombre de Tio Luis el de la Juliana como especialista o mejor intérprete de las tonás del Cristo, de los Pajaritos y de la toná Grande.Por su parte Blas Vega asevera que ha llegado a comprobar entre viejos cantaores y aficionados, que en la época de Silverio se habla de las diecinueve tonás que el famoso cantaor interpretaba y que fueron conservadas por Don Antonio Chacón. La realidad es que hoy en dia se conocen sólo las tres tonás que hemos citado anteriormente, siendo considerada la más importante, por su dificultad de interpretar, la toná grande, que dice:
- «Yo soy como aquel buen viejo que está puesto en el camino yo no me meto con nadie nadie se meta conmigo».
Por los expertos se encarece la importancia que en la conservación y revalorización de las tonás tuvo Don Antonio Chacón, gran maestro y especialista en este cantge que, al parecer lo conoció a través de Manuel Molina.
La línea melódica de todas las tonás es idéntica, diferenciandose entre ellas por sus letras y el cantaor que las interpretaba, de ahí la relación de nombres con que Demófilo describe los tipos de tonás que le transmitió Juanelo. Al decir de Antonio Mairena y Rafael Molina "las tonás tienen todas una música triste, que recorre la gama patética, desde el abatimiento oscuro y la fatal resignación hasta la desesperación más violenta y sombria (Mundo y Formas del Cante Flamenco).
-Horizonte flamenco-
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