Tangos y Tientos / El Garrotín
FLAMENCO
El garrotín toma la mayor parte de sus elementos musicales de los tangos flamencos, pues un tango flamenco más es. Atribuido a las cuadrillas gitanas de zambras del Sacromonte, Rossy los considera creación de los gitanos de Lérida y Tarragona. El garrotín comienza su proceso de aflamencamiento a principios del siglo XX a través de La Niña de los Peines. Pastora lo recogió de Amalia Molina y del Niño Medina y lo engrandeció convirtiéndolo en cante para escuchar. Por su parte Manuel Torre lo cultivó con un personal acento. Tuvo por lo tanto su época de máximo esplendor en las dos primeras décadas del siglo XX. El cante del garrotín, de melodía eminentemente métrica, silábica, sin alardes melismáticos. Ahora, la verdadera fama del garrotín nació en el primer lustro del siglo XX, con el baile, a partir de la coreografía que en Madrid le acopló el bailaor sevillano Faíco con la música de Ramón Montoya al igual que lo había hecho poco antes con la farruca.
Tonalidad
En tonalidad mayor, el primitivo garrotín se interpretaba a la guitarra en Re, acorde muy poco utilizado en el flamenco, no obstante en el garrotín no hay una tonalidad determinada.
Compás
El Garrotín utiliza el compás binario (2x4) y su rítmica es la utilizada en los tangos, tanguillos y rumbitas, tanto en el cante como en el acompañamiento de guitarra, con un ritmo más vivo y acentuaciones similares a las de la farruca.
Estrofa
Coplas de cuatro versos octosílabos cuya temática se encuentra casi siempre en clave de humor, y a su vez utiliza coplas a modo de coletillas con las que remata el cante, aunque hoy se escucha más la versión que dice: "a la vera vera vera de San Juan".
Claves
El temple de la voz se realiza a través de una glosolalia: “Tran, tran, tran, treiro / treiro, treiro, tran". En ella se encuentra probablemente la razón por la cual se emparenta el garrotín con el folklore del Norte de España al usar exclamaciones como treiro, trantreiro, al igual que en la farruca. Sin embargo, lo más característico del garrotín y lo que realmente lo hace identificable a todo el que lo escucha es el estribillo, recurso formal poco presente en la estética musical y poética del flamenco, y que podemos encontrar en este género: "Al garrotín, al garrotán, a la vera, vera, vera de San Juan -o, vera, va".
Fue uno de tantos bailes por tangos que surgieron a principios del XX aprovechando el éxito de este ritmo. En Cataluña, concretamente entre los gitanos de Lérida, arraigó. Es un estilo desenfadado y guasón muchas veces. Estilo emparentado con la farruca, ya que fue el sevillano Faíco el creador, con Ramón Montoya a la guitarra, de la versión bailable. En contraste con aquella, el garrotín se realiza en tonalidad mayor.
Aunque no se ha extendido como toque de concierto, conocemos muchos ejemplos excelentes del mismo: Sabicas, Manolo Sanlúcar o Rafael Riqueni. El de José Romero Gallego, Pepe Romero (Málaga, 8/3/1944), guitarrista clásico con vertiente flamenca, se ajusta al estilo, donde abundan melodías arpegiadas y la transposición a la guitarra de los cantables más conocidos del estilo, y por supuesto la inclusión del inconfundible estribillo.
-Flamenco de la A a la Z-
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